Casi todos los partidos, en su afán por cachar la mayor cantidad de votos para obtener posiciones legislativas o gubernamentales, han recurrido a figuras populares como actrices, actores, cantantes o deportistas, aunque no tengan emoción social ni auténticas aspiraciones políticas.
A la mayoría no le ha ido bien. En Veracruz, por ejemplo, cuando en 2009 el entonces gobernador priista Fidel Herrera Beltrán empezó a preparar desde un año antes su sucesión, postulando primero a la diputación federal por Córdoba a su secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte de Ochoa, los líderes del PAN convencieron al exfutbolista oriundo de Cerro Azul, Carlos Hermosillo, de competir contra el delfín del mandatario cuenqueño para descarrilar su proyecto sucesorio. Sin embargo, a pesar de la popularidad del exgoleador de la Selección Nacional y de los clubes América y Cruz Azul, el extitular de la Sefiplan terminó imponiéndose en las urnas para romper el candado estatutario del PRI que lo inhabilitaba para ser nominado a la gubernatura en 2010, pues exigía haber ocupado previamente otro cargo de elección popular.
Un caso más fue el de Manuel Negrete, mediocampista de Pumas de la UNAM, del Atlante y quien como seleccionado nacional se inmortalizó al anotar un super golazo de tijera en el Mundial de Futbol de 1986, organizado en México. Nominado por la alianza Por México al Frente (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano), Negrete Arias fue alcalde de Coyoacán en la capital del país del 1 de octubre de 2018 hasta el 2 de marzo de 2021, cuando pidió licencia para ser el candidato a la gubernatura de Guerrero por el Partido Fuerza por México, fundado por el líder de la CATEM, Pedro Haces Barba, suplente del expanista Germán Martínez Cázares en el Senado y allegado al coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal.
Sin embargo, el fracaso de Negrete en su entidad natal fue estrepitoso pues Fuerza por México no alcanzó el mínimo 3% de la votación emitida, requisito que estipula la ley para obtener el registro como partido político nacional o estatal. Solamente en siete estados sí logró conseguirlo y podrá seguir participando, pero únicamente en procesos electorales locales: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Nayarit, Quintana Roo, Tlaxcala y Veracruz.
Ahora ha trascendido que el también exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, gobernador saliente de Morelos, podría ser postulado por Morena en la Ciudad de México, donde el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador sufrió en su principal bastión el peor descalabro electoral en los comicios intermedios de 2021, derrota que los enemigos de Monreal al interior de Morena y del Gobierno de la CDMX le adjudicaron, intriga que terminó distanciando al presidente López Obrador del político zacatecano, quien ayer anunció que en diciembre próximo decidirá si finalmente abandona las filas del partido obradorista ante la embestida difamatoria que la mandataria capitalina Claudia Sheinbaum, a través de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, ha emprendido contra él y su familia.
Precisamente, para contrarrestar el efecto Monreal en la capital del país, es que el exseleccionado nacional y exjugador del América es mencionado para contender como abanderado de Morena por la senaduría o por la Jefatura de Gobierno o inclusive por la alcaldía Cuauhtémoc, a la que pertenece el barrio bravo de Tepito, de donde Blanco es oriundo.
A ello atribuyen que Sheinbaum Pardo, la más fuerte aspirante presidencial de Morena, esté aprovechando la coyuntura del feminicidio de Ariadna Fernanda López Díaz, una joven de Iztapalapa cuyo cadáver fue arrojado en Tepoztlán, Morelos, para arremeter contra el fiscal morelense Uriel Carmona Gándara, confrontado desde hace cuatro años con el famoso “Cuauh”, quien no ha podido destituirlo.
Sin embargo, Blanco es de los gobernadores peor evaluados del país, inclusive en algunas encuestas figura en el penúltimo lugar, muy abajo del veracruzano Cuitláhuac García.