ROBOS DE FRANCISCO GUTIÉRREZ DE VELASCO
Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
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1 de SEPTIEMBRE de 2013
César Augusto Vázquez Chagoya
Pasillos del Poder
2013-09-01
No es privativo de Boca del Río que autoridades estén robando terrenos a los particulares. La propiedad particular es la piedra angular del sistema político del todo el mundo, pero en Veracruz le pueden quitar una propiedad aunque esté cercada con mojoneras.
Llama la atención lo que sucede en el puerto de Veracruz y en Boca del Río, donde autoridades como José Ramón Gutiérrez de Velasco, ex alcalde de Veracruz, vendieran o se quedaron con terrenos baldíos. Si había reclamo, sacaban las manos; pero si no, se escrituraba a nombre de los que querían.
José Ramón ha sido el alcalde más cuestionado de la historia del puerto de Veracruz y nunca se le castigó; fue edil por el PAN que encabezaba su tío Alfonso Gutiérrez de Velasco; después, asumió la presidencia del PAN municipal y ahora --por el PRI-- va a ser diputado local. Así es su moral. José Ramón fue alcalde del 2000 al 2004: cuatro años de escándalos y hasta hizo diputada local a su esposa Claudia Beltrami.
Del 2005 al 2007, en Boca del Río, fue alcalde el primo hermano de José Ramón, Francisco Gutiérrez de Velasco, hijo de Don Alfonso, quien hereda de su padre la “Constructora Gutiérrez de Velasco” que ha realizado obras en varias partes del mundo.
Hijo de quien era, nadie en Boca del Río dudó que el constructor fuera a trasformar al municipio que nació con la pesca. Dijo que iba a cambiar la infraestructura de Boca y haría un tren entre Veracruz y la pesquera ciudad. No hizo nada, a pesar de su enorme presupuesto.
Los que no conozcan Boca del Río, se les quiere contar que estaba apartado del puerto de Veracruz, sólo que este empezó a crecer hacia la vecina ciudad que empieza desde el estadio “Pirata Fuentes” hasta tantito adelante del río Jamapa; de ahí para adelante, hasta la escuela naval “Antón Lizardo”, ya es del municipio de Alvarado.
Como se decía, Boca del Río vivía de la pesca, pero al crecer la ciudad de Veracruz, su principal ingreso se convirtió en el pago de servicios del predial, limpia pública, vigilancia, apertura de negocios, infraestructura turística, etc. De Boca del Río, que se ubica en la bocana del caudaloso río Jamapa, mientras se llenaba de casas, los terrenos hacia Antón Lizardo estaban vacíos.
Estos terrenos (una pequeña parte de Boca del Río y lo demás de Alvarado) son un atractivo por la laguna de Mandinga y porque se podían comer mariscos sabrosos, pero los ricos de la zona conurbada vieron que la playas y lagunas de Alvarado era un buen negocio, por lo que la denominaron la Riviera Veracruzana.
A partir de ahí, construyen hoteles, fraccionamientos, centros comerciales como “El Dorado”, que ya es acusado con otros negocios de tirar sus desechos al rio Jamapa o al mar sin tener plantas de tratamiento… ¿Quién permitió esto en un lugar turístico?
Volviendo a Francisco Gutiérrez de Velasco, quien fue el alcalde de Boca del Rio del 1 de enero del 2005 al 30 de diciembre del 2007: con grandes impuestos y pidiendo a gritos que se abriera la “Isla de Sacrificios” al público (a lo que se opone el INAH) se endeudó sin hacer obras.
Por tal motivo le pidió tres veces a la Legislatura de Veracruz que le autorizaran la venta de predios propiedad del ayuntamiento para pagar las deudas. El diputado local Sergio Vaca Betancourt se oponía a la venta porque sostenía que entre las deudas de Gutiérrez, estaba el no pagar el tiradero municipal.
Gutiérrez de Velasco recurrió a lo último: fue a ver al gobernador Fidel Herrera Beltrán, a quien le ofreció que si lo ayudaban, apoyaría al PRI para que éste regresara al poder en las elecciones del 2007.
La legislatura, con empate entre panistas y priístas, decidieron que a Francisco Gutiérrez de Velasco se le apoyara. Para esto, el alcalde contrató a un notario a modo, quien es el licenciado Francisco Arias González; por lo que Gutiérrez de Velasco, en sus primeras acciones, fue venderle a Enrique José del Vals Martí y otros, un predio de más de 10 mil metros cuadrados.
Con esa venta, también Francisco vendió el cambio del uso del suelo para que esa hectárea se fraccionara, pero se le olvidó al notario y a Gutiérrez de Velasco que en ese predio pegado a Boca del Río, había dueños de años; entre ellos, Jesús Alejandro Quetzeri Cendeja, con 2500 metros cuadrados.
Francisco, al ver su error, pretendió darle otro predio a Quetzeri Cendeja, pero éste se negó y demandó en el Juzgado de Primera Instancia al presidente municipal, al notario Arias González; a la legislatura de Veracruz, por autorizar la venta; al encargado del Registro Público de la Propiedad; al Club El Estero, SA de CV.
Con las pruebas en las manos, el juez de Primera Instancia le ordena a Enrique del Vals Martí que regresara el predio vendido por Gutiérrez de Velasco en casi 19 millones de pesos. Claro que el aludido apeló en Segunda Instancia ante el Tribunal Superior de Justicia.
El caso llegó a la Segunda Sala del Tribunal integrado por los licenciados René Poblete Dolores, Vicente Morales Cabrera y le dieron la confianza al magistrado Alejandro Gabriel Hernández Viveros de hacer la ponencia sin investigar. Así, sin ni siquiera analizar el expediente y con la versión de Hernández Viveros, los tres echaron abajo la sentencia a favor de Jesús Alejandro Quetzari Cendeja.
Estos magistrados, que son muy institucionales, sólo vieron la demanda contra un alcalde, la Legislatura del Estado, notario público, se espantaron y sin más le dieron palo a la propiedad de Quetzari Cendeja. Total que el Gobierno del Estado no debía perder.
Sus argumentos fueron que el señor Enrique de Vals estaba en su derecho con la escritura que hizo el ayuntamiento con el notario Francisco Arias González, en base a un convenio del notario Luis Espinosa Gorozpe, quien ya fue presidente del Tribunal de Justicia y que el terreno de Quetzari estaba en otro lado.
Los magistrados, que dan pie a que las autoridades se roben las propiedades privadas, dicen en su resolución que Quetzari Cendeja no demuestra que su terreno está dentro de los 10 mil metros del señor Enrique del Vals, cuando los 2500 metros de Quetzari tenían barda, mojoneras y movimiento de tierra con más de 600 camionadas, además que tenía autorización del ayuntamiento para el cambio de uso de suelo.
La justicia no es ciega en Veracruz. Tiene ojos y son muy vivos para proteger a los homicidas, rateros, abusadores sexuales, despojadores, etc. El pleito no termina ante un acto a que a todas luces es claro: Francisco Gutiérrez de Velasco vendió un terreno que no era suyo.
No creemos que la Legislatura de Veracruz le haya dicho a Francisco Gutiérrez de Velasco que vendiera las propiedades del ayuntamiento de Boca del Río para pagar sus deudas, robándoles a otros sus terrenos.
Para terminar, como premio a los despojadores como Francisco Gutiérrez de Velasco, éste vuelve al ayuntamiento de Boca del Río a través de uno de sus hijos. Robó los terrenos por el PRI y sigue apoyando al PAN.
Así como actúa Gutiérrez de Velasco, en Veracruz cualquiera se vuelve rico. El caso ya está en manos de la justicia federal.