BUGANZA, BAILANDO CON LA MÁS FEA

Domitilo Callejas Ponce llegó a su casa en Xico en estado de ebriedad, cerca de las 9 de la noche. Los habitantes de la casa están acostumbrados a que hable lo que quiera y después se duerme. Este lunes 2 de septiembre, entre las cosas que dijo era que los habitantes de Tonalaco iban a bloquear la región este martes.

Nadie le creyó, aunque muchos de la casa trabajan en Xalapa, a 16 kilómetros de distancia. Este martes 3 de septiembre, cerca de las 7 de la mañana, en la congregación Las Puentes, municipio de Coatepec, donde convergen todos los caminos, se llenó de campesinos bloqueando tanto la carretera pavimentada a Coatepec como el camino colonial al mismo destino.

Los campesinos eran cerca de 500, todos originarios de la región de Tonalaco, quienes exigían la intervención del gobernador Javier Duarte de Ochoa porque funcionarios de Comunicaciones y de Gobernación, por años, los habían engañado al decirles que iban a reparar su camino, que ahora con las lluvias tienen kilómetros de charcos y deslaves.

Para que nos ubiquemos en el contexto, el primer camino a la Ciudad de México fue por Xico Viejo, a 7 kilómetros del actual Xico, y casualmente con la ayuda del ayuntamiento y lo que era la Secretaría de Comunicaciones, ya está pavimentada con asfalto y sigue hacia arriba para los poblados que llegan a Perote.

El camino de Tonalaco, es el segundo camino colonial a México: sale de Xico y después de las veredas se llega a Perote, que es su centro de comercio; muchos de los habitantes de este camino combinan en vivir cerca de Tonalaco, pero también viven en San Marcos o Úrsulo Galván, porque están en geografía más baja y hay más trabajo.

Cerca de Tonalaco había un vivero del Gobierno del Estado, pero nadie se explica porqué lo cerraron. Ahí se sacaban árboles para reforestar a más de 3 mil metros de altura, porque los talamontes hasta hicieron un ferrocarril para sacar la madera a Las Vigas o a Perote. Ahí están las vías como prueba.

Cerca de las 10 de la mañana, se apersonaron en el bloqueo funcionarios de Gobernación, pero fueron rechazados por los manifestantes porque eran precisamente los funcionarios que los habían engañados durante tanto tiempo.

Después aumentaron el bloqueo en Úrsulo Galván a Coatepec y el llamado “crucero”, que era definitivamente inmovilizaba las rutas hacia Teocelo, Xico, San Marcos, Cosautlán e Ixhuacán y aquí es donde viene lo interesante.

De ninguna manera los manifestantes les creyeron a los que siempre veían y los engañaban, pero al llegar personal de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), los inconformes sí negociaron con ellos.

Después de horas de negociación, cerca de la 5 de la tarde llegaron a “Las Puentes”, por órdenes de Gerardo Buganza Salmerón, dos camiones de volteo, una motoconformadora y una retroexcavadora para reparar rápidamente el camino y realizar los estudios de una posible pavimentación.

Este bloqueo nos da una dimensión pequeña en la que se encuentra el nuevo secretario de Infraestructura y Obras Públicas en el estado de Veracruz. Se quiere decir que esta Secretaría es nueva y tiene la responsabilidad de dirigirla un ingeniero industrial, nacido en Córdoba en 1956.

Aparte de trabajar como profesional en la iniciativa privada por más de 10 años, se integra a la política como síndico en 1994, cuando gana el PAN la Presidencia Municipal de Córdoba. Después Gerardo Buganza, en 1997, fue diputado federal y senador de la república en el 2000.

Trabajó como pocos y gana la candidatura a la gubernatura de Veracruz en el 2004 y perdió por sólo 26 mil votos ante el priísta Fidel Herrera Beltrán. Después, pese a las traiciones, fue diputado federal por segunda vez en el 2007 y se puso a trabajar duro para la candidatura a la gubernatura por el PAN en el 2010.

Buganza Salmerón no se conformó en que el número de militantes del PAN había aumentado, sino que se puso organizar a los cañeros, cafetaleros, etc. Había aprendido que el PAN debía tener sus organizaciones de productores que dan riqueza a los veracruzanos.

Para el 2010, por los panistas no había otro hombre más que Buganza para candidato a gobernador, pero pesó la decisión tanto del presidente Felipe Calderón y la neopanista Elba Esther Gordillo Morales, ex dirigente de los maestros del SNTE, quienes querían como candidato del PAN al dos veces presidente del PRI en el estado, Miguel Ángel Yunes Linares, en ese tiempo director del ISSSTE.

Contra todos los grupos panistas del estado, fue impuesto Yunes. Gerardo Buganza Salmerón, antes de ver la aberración de su partido, renuncia a éste el 3 de marzo del 2010 y se convierte en político sin partido.

La riqueza de Buganza venía de su conducta, como hombre bien nacido, sin andar arrastrando venganzas. Buganza, con su grupo, apoyó de manera independiente a la candidatura del priísta Javier Duarte de Ochoa para gobernador, quien vivía en Córdoba y Buganza conocía su historia de esfuerzos después de la muerte de su padre en el terremoto de 1985, y cómo su madre Cecilia saca adelante a los hijos.

Sin condición, Gerardo Buganza Salmerón se puso a trabajar en todo el estado con sus amigos a favor de Duarte, quien gana de manera amplia las elecciones al neopanista Yunes Linares.

Buganza se regresó a su negocio que tiene con su esposa en Córdoba, donde se venden ricos quesos y vinos finos, además de una variedad de productos que no es fácil conseguir en cualquier lugar. Un día antes del 1 de diciembre del 2010, le preguntaron: “¿Serías secretario general de gobierno con tu servidor?”
Lo pensó y contestó: “Sí admito, pero te quiero dar a conocer que no aspiro a gobernar a Veracruz. Seré un hombre de una pieza en tu sexenio”. Cuando Gerardo Buganza tomó posesión del cargo, los que tenían ronchas en la piel era muchos priístas, porque decían que se entregaba parte del poder a un ex panista, y los otros envidiosos eran sus ex compañeros que esperaban que los persiguiera.

Gerardo Buganza Salmerón sorprendió a todos. Actúa con una madurez política inusual. A los priístas resquemados, los atendió y les sirvió como si hubieran sido amigos de toda la vida. A sus ex compañeros nunca los persiguió, pero sí buscó para reafirmarles su amistad; y los que fueron sus enemigos, los ayudó hasta donde pudo.

En tres años, el secretario Buganza se ganó el respeto de todos. Estuvo preparado para irse a su casa en cualquier momento, pero el destino lo ponía más a prueba: se necesitaba quién hiciera los caminos y la obra pública con pulcritud, y que todos lo respetaran.

La tarea era que se necesitaban caminos, puentes, donde están nuestras zonas productivas, que es en todo el estado con el petróleo, los 22 ingenios, las plantaciones de cítricos, ganaderos, etc. En ese momento, el único que llenaba el esquema de honradez era Buganza.

Por algo lo llaman “El Caballero de la Política”. Manejar los caminos y la obra pública a la vista de todos no es fácil. Desde que Buganza tomo posesión como encargado de la infraestructura del estado, con seriedad ha ido resolviendo los problemas y la última fue la advertencia a los constructores que cobran adelantado por obras y ni siquiera las han empezado.

Fue tan sencillo: las empiezan y las terminan o se van. Muchos de estos constructores, quisieran ráscale los bolsillos a Buganza, pero no pueden porque este cordobés bebió del hogar su honradez.

Los habitantes de Tonalaco, hoy martes, con todo y lluvia, regresaron a sus pueblos con renovadas esperanzas. Al fin se empieza a cumplir la palabra.