LAS COCHINADAS DE PEMEX EN VERACRUZ

Ahora que viene la Reforma Energética que afectará especialmente el estado de Veracruz, se olvida que a la paraestatal por un tiempo se le permitió de todo porque la empresa es “del pueblo”; pero con el tiempo nos dimos cuenta que los únicos beneficiados eran los líderes petroleros y los funcionarios de PEMEX.

Desde que tengo uso de razón, el robo principal era en el llenado de tanques; de ahí salieron fortunas y caían en la cárcel porque se volvieron ostentosos en su forma de vivir: coches último modelo, casas lujosas y un modo de vivir escandaloso.

Esa vieja forma de robar se sigue repitiendo en la refinería de Salamanca, donde roban igual que hace 50 años: 24 trabajadores implicados. Ya no queremos imaginarnos qué hacen los jefes que manejan la industria, la única que nos da dinero y está en quiebra… ¿Con estos trabajadores y empleados cómo no se va a quebrar?

Después que el pueblo se dio cuenta de los negocios en PEMEX, empezaron a protestar por contaminación, caminos mal hechos, etc., pero nadie les hace caso porque la industria sigue siendo “del pueblo”.

La zona sur de Veracruz es la más contaminada del país por la refinería y los complejos petroquímicos; la contaminación se extiende en todo el estado, porque PEMEX —que no tiene dinero-- contrata chinos, holandeses, etc., que mediante un contrato perforan más pozos petroleros. A estos les importa menos la ecología en un país ajeno.

Ya la autoridad está rebasada y los pueblos se defienden solos. En el Paleocanal de Chicontepec, vea las cochinadas de las empresas extranjeras en los caminos y el impacto social en esta región indígena.

Por todo Veracruz se ve la acción de los extranjeros y, como se meten a perforar en el campo, poco nos damos cuenta, pero los campesinos sí; y como son gente con razón tratan con las empresas y siempre reciben la promesa de arreglar los caminos que nunca cumplen.

Cuauhtémoc Cárdenas, en diferentes tribunas, solicita que se limpie PEMEX, porque es una fuente de riquezas mal habidas, pero nadie le hace caso y en caso de una Reforma Energética, los contratos van en caer en manos sucias. ¿A quién beneficia esto?

Si el estado de Veracruz cobrara por el pasivo ambiental de PEMEX, de seguro sería millonario. Lo último es que desde 1980, PEMEX no les da mantenimiento a sus instalaciones, así que cada explosión, para deslindarse de responsabilidades, sólo le echan la culpa a los “chupaductos”.

Se apuesta que la Reforma Energética sólo será negocio de extranjeros y los altos mandos de PEMEX. La próxima reforma quedará tarde que temprano en un mar de corrupción.