VIOLENCIA MAGISTERIAL, UN FRACASO

¿Está usted preparado para un bloqueo de carreteras? La contestación seguro será que no. Generalmente cuando se viaja, carga usted con lo necesario y a veces en su vehículo lleva productos que le van a pagar a la entrega, pero nunca puede llegar a su destino porque maestros bloquean carreteras en contra de la Reforma Educativa.

Cierto. El gobernador Javier Duarte de Ochoa les manifestó a los maestros que respetaría su movimiento, aunque no compartía sus métodos. Nunca les pidió a los maestros que se volvieran delincuentes al bloquear carreteras federales, afectando tanto la economía regional, y la molestia y pérdidas económicas de los que viajaban de paso.

Los números hablan por sí mismos. Hasta el jueves 10 de octubre, habían retomado las clases el 90% de los maestros que empezaron a laborar bajo protesta, y seguirán su lucha en contra de la Reforma Educativa.

Eso era lo mínimo que se esperaba porque la Reforma Educativa no es perfecta y para eso están las mesas de diálogo en la Legislatura, porque hay adecuar la Ley Federal a la Ley Educativa del estado de Veracruz.

El anuncio del secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, sobre que ya aplicarían descuentos y despidos a maestros a partir del 10 de octubre cuando no acudieran a clases, parece que “prendió la mecha” de los maestros que se sienten Supermán.

Programados, empezaron a bloquear Xalapa frente a la SEV, que se encuentra sobre la avenida Lázaro Cárdenas, que es la vía para entrar a la ciudad y para los que van hasta la Ciudad de México. Sus vecinos empezaron a retar a los maestros que bloqueaban. No llegó el agua al río, porque los maestros no hacían caso de las agresiones de sus vecinos.

Alguna gente de Xalapa, acostumbrada a que siempre se bloqueé la avenida Enríquez frente a Palacio de Gobierno, perdieron la cabeza. Ahora del centro de Xalapa se fueron a varios puntos de la periferia donde se desarrolla la ciudad, entre ellos en donde se ubican la SEV, pero cerca hay muchas oficinas, hospital y tres grandes centros comerciales.

Los signos son los signos y como no entienden los maestros (pues aunque usted no lo crea, no saben leer, por lo que no tienen la capacidad de análisis) no tomaron en cuenta el anuncio de aplicar la ley del secretario de Educación, y menos tomaron en cuenta cuando sale en escena el secretario de Gobierno, Erick Lagos, pidiendo a los maestros que regresaran a clases.

La salida de Erick Lagos en el problema educativo el mismo 9 de octubre, implicaba que la policía iba actuar. Tampoco entendieron el mensaje.

Ya los maestros venían del bochornoso espectáculo cuando los traileros en el kilómetros 13.5, en la entrada al puerto de Veracruz, los tenían encapsulados. No les permitían relevos, dejaron de tener comida, agua, etc. y ante la situación tuvieron que levantar su plantón. Ya la ciudadanía contra los maestros.

No sabemos quién les contó a los maestros que bloqueando carreteras doblaban al gobierno. El mero día 10 de octubre, fecha donde empezaba el castigo a maestros faltistas, bloquearon las instalaciones de la Secretaría de Educación de Veracruz en Xalapa. Un reto a la autoridad.

Venían más maestros, pero los contingentes fueron detenidos por la Policía del Estado. Cosa curiosa, con pocos elementos policiacos los bloquearon en Corral Falso, del municipio de Acayucan; también a los maestros disidentes que venían de la región de Orizaba y en Altotonga los que venían a Xalapa de los municipios de Misantla, Jalacingo y Martínez de la Torre.

A los maestros se les hizo fácil bloquear la autopista La Tinaja-Sayula. También bloqueaban la carretera que viene de Chiapas y la carretera libre de Tinajas-Sayula. En este lugar se dieron los hechos más bochornosos para los maestros: el viernes por la noche recibieron en la oscuridad bombas molotov, que les crisparon los nervios. Los traileros se dieron cuenta que los maestros se relevaban a bordo de sus lujosos autos, por lo que los reyes de los caminos bloquearon la carretera entre Acayucan a Sayula.

Así que los maestros tenían que dejar sus carros en Acayucan y caminar 8 kilómetros para llegar a Sayula a relevar. Esto empezó el sábado desde la mañana. El pensamiento era fácil. “Yo trailero no me baño, no puedo dejar sola mi unidad, me cuesta más comer, no puedo bañar, etc., pues que también lo sufran los maestros”.

Para desgracia, el bloqueo de Sayula terminó cuando los traileros desbloquearon la carretera a batazos, con esa herramienta que utilizan para checar las llantas y se metieron de lleno a reventar la protesta rompiendo parabrisas y objetos de los maestros en sus carros. Hay varios heridos. ¿Quién es el culpable? ¿Hay patente de corzo a los maestros agredidos por la ciudadanía?

Siempre hemos dicho que los maestros disidentes no estaban preparados a una “guerra” contra el gobierno y menos contra la ciudadanía molesta con los bloqueos. Con estos antecedentes, el mismo sábado, maestros y habitantes de Tatahuicapan, bloquean la presa Yuribia que dota de agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.

Esa misma noche del sábado, en Xalapa, la Policía del Estado, en una estrategia planeada de contención, ordenó el cierre de los negocios a las 7 de la noche. Se pusieron enfrente de los manifestantes teniendo sólo como división la carretera Lázaro Cárdenas. Muchos maestros se quisieron refugiar en Plaza Américas, la autoridad se puso a pedir credenciales para entrar, por eso dicen los maestros que los trataron como delincuentes.

A las 23 horas, los maestros que bloqueaban se fueron solos ante ya el avance de la Policía Estatal. Ningún tolete se utilizó. Llama la atención que las maestras disidentes les gritaban a sus compañeros “¡Cobardes!” por huir.

No pocas veces hemos oído a los maestros ante la presencia de la Policía Estatal “que no se quitan y que sólo los van a sacar muertos”, pero a la primera granada de gas huyen, frotándose la cara --que hace más grande la picazón, porque está hecho del chile habanero-- pero la Policía del Estado no fue por la represión y cumplieron muy bien su contención.

En estos momentos las carreteras federales de todo el estado están libres. Sólo falta resolver problemas con el magisterio en la sierra de Totonacapan en el norte, así como en Tantoyuca, y la toma de la prensa Yuribia en la sierra de Soteapan en el sur, donde tiene la culpa el Gobierno del Estado por dejar sin agua a miles de persona.

Con el Yuribia cae todo por gravedad geográfica y no cuesta más que su mantenimiento, pero entre Cosoleacaque hasta adelante del aeropuerto de Canticas, hay mucha agua, y no han querido hacer los pozos para ya no depender del “chantaje” de cualquiera en Tatahuicapan.

Aun así se piensa que el gobierno no cederá y aplicará los descuentos, porque de no hacerlo les da gasolina a los maestros inconformes. En esta quincena, la primera de octubre se les volvió a pagar a todos y eso no es igualdad: que den clases, aunque sigan su lucha, pero en clases, porque para eso son las mesas de diálogo.