YURIBIA, INSTRUMENTO DE CHANTAJE
Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
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15 de OCTUBRE de 2013
César Augusto Vázquez Chagoya
Pasillos del Poder
2013-10-15
El gobernador Agustín Acosta Lagunes fue muy inteligente e invirtió millones de pesos en drenaje en Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Acayucan y Oluta. Nadie se imaginaba que el gobernante dotaría de agua a estas ciudades a través de la presa “Yuribia”, ubicada en Tatahuicapan, y la presa “El Platanillo”, en Soteapan.
Desde los años de 1984, las presas ha sido el objetivo de los grupos de la sierra de Soteapan, que cerrando las válvulas y dejando sin agua estas ciudades, ponen de rodillas al Gobierno del Estado, porque las colonias de Coatzacoalcos, con todos sus derechos, exigen el agua y darlas en pipas sólo ha ocasionado enfrentamiento entre sus habitantes.
Sin el “Yuribia” es lógico que los habitantes del antiguo Puerto México deseen bañarse, pero sobre todo tener el vital líquido para realizar en lo mínimo de limpieza de platos, en el hogar, el baño, etc.
En el 2008 vimos como el presidente municipal de Coatzacoalcos estuvo cerca de Tatahuicapan con funcionarios estatales y policías, tratando de arreglar el problema de obras en la sierra de Soteapan. Iván Hillman Chapoy no podía llegar a su pueblo con las manos vacías, porque sabía lo que pasaban en las colonias. El problema se arregló después de tres días.
Desde 1963, el gobernador Fernando López Arias, como un acto de reconocer a los indígenas que hicieran el primer movimiento armado contra Porfirio Díaz en 1906, les hizo una carretera de 40 kilómetros de la Carretera Transístmica hasta el poblado de Soteapan.
López Arias, como amigo de la cultura y queriendo sacar la marginación a los habitantes de la sierra de Soteapan (que abarca los municipios de Soteapan, Mecayapan, Tatahuuicapan y Pajapan) mandaba block, arena, cemento, láminas y grava, para que a “lomo de caballo” hicieran las aulas en sus comunidades.
Después se sacaron de las mismas comunidades a los maestros y se hizo el Centro de Capacitación en la comunidad de Tonalapa, municipio de Mecayapan, comunidad que era estratégica porque con caminos se llegaba a los demás municipios, además que se hizo en Tatahuicapan un centro donde de lunes a viernes vivían los niños indígenas educándose.
En Tatahuicapan tienen cerca la presa “Yuribia”, además que está el camino al mar que pasa entre los volcanes Santa Martha y San Martín, y se conecta con Coatzacoalcos yendo a Pajapan; están estratégicamente ubicados y comunicados con los demás municipios.
Todavía este año, varios municipios pedían obras publicas de más de mil millones de pesos, pero que la hiciera la “Constructora del Sureste”, propiedad de José Murat, ex gobernador de Oaxaca, quien tenía como prestanombres a José Manuel Flores Ríos, alias “El Oaxaco”. El problema se solucionó cuando desapareció “El Oaxaco” y todos los líderes empezaron a huir. De este movimiento --que era obviamente un negocio-- quedó con la espina clavada Esteban Bautista, quien ya fue alcalde de Tatahuicapan y también es profesor.
Como es conocido, es estos momentos el Movimiento Magisterial Popular Veracruzano ya no quiere tomar carreteras porque son agredidos por los perjudicados o la policía, así que prefieren la comodidad del chantaje cerrando el “Yuribia”, que dota de agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque con más de medio millón de habitantes, incluyendo a maestros.
El Gobierno del Estado dice que el problema lo está resolviendo con 40 pozos y pipas de agua: disculpen, pero no es la solución, porque en tres días empezarán los problemas en las colonias.
Muchos dicen que la solución es que se resguarde la presa con la fuerza pública. Así se metan marinos, soldados o seguridad federal, no sirve porque el “Yuribia” está dentro del poblado de Tatahuicapan. Nadie le va a disparar a campesinos indígenas por defender una presa.
Políticamente la sierra de Soteapan está dividida. ¿Por qué no toman la presa El Platanillo que surte de agua a las poblaciones de Acayucan y Oluta? Porque el control desde Chinameca con la gasolinera y el municipio de Soteapan así como el trasporte rural, lo controla “Antorcha Campesina”, quienes públicamente se han declarado en contra de los maestros disidentes.
Tampoco se meten ahí, porque se está descubriendo que la mayoría de los manifestantes que están en el Yuribia provienen de la región de Acayucan (como se demuestra con el accidente de los maestros donde muere una persona) y eso nos señala que no son tontos para ahorcarse solos y quedarse sin agua, pero sí lo hacen con la región de Coatzacoalcos-Minatitlán.
Si estos criminales del chantaje dejan sin el vital líquido a más de medio millón de habitantes que viven en las ciudades de abajo, la única forma de acabar los chantajes, es la contención. Todos los pueblos tienen su parte débil: ahorita las tiendas de Tatahuicapan tienen el consumo de cervezas, Sabritas, etc., y familias que se dedican a vender comida casera.
Hay una carretera de Acayucan a Soteapan. Hay un camino de Chinameca a Soteapan. Hay un camino de Coatzacoalcos por Pajapan y hay un camino de Pajapan a Chinameca, además del camino al mar desde Tatahuicapan. Agréguele el camino a Catemaco.
El punto álgido de la sierra es Tonalapa. Simplemente bloqueen los caminos a Tatahuicapan. No entran ni salen maestros, como la maestra muerta y heridos en Oteapan. Al bloquear los caminos, poco a poco, no habrá relevos a los maestros. En las tiendas no habrá que vender. Tendrán mucha agua, pero no comida, además que todos no están metidos, pero no se opondrán a lo que hagan los demás habitantes e invitados.
En vez que se meta la fuerza pública a desalojarlos, ellos vendrán a la autoridad pidiendo comer, como piden agua las colonias de las ciudades mencionadas.
Esto lo aprendimos porque al entrar la Policía a detener a los líderes que tomaban palacios o cometían un delito, para no dejar salir a los uniformados de la Sierra bloqueaban los caminos con derribar árboles y también le pedían a las tienditas que cerraran y no le vendieran nada a los policías: ni refrescos, ni galletas, nada. Ellos saben lo que es el aislamiento y es una de sus tácticas comunes.
Lo anterior se dice porque el cierre de la presa “Yuribia” va para largo y esta batalla no la puede perder la sociedad veracruzana; no se puede describir el efecto que produce no tener agua, que no sólo no antihigiénico, sino las enfermedades que produce y más ahora que está latente el problema del cólera, que tendría una gran incubadora.
Los niños están siendo perjudicados. Esto sólo se compara a la injusticia de los 49 niños quemados en Sonora con su debida perspectiva, pero en ambos casos brilla la impunidad.
Esto no lo piensan los maestros, a quien se le ha tenido consideración. Esto es un crimen, así como el bloqueo de carreteras. Sólo para que usted lo piense. En este mes han cerrado el Yuribia dos veces.