LA ALEGRÍA DE NO IR A CLASE

Que no se confunda el no ir a clases porque los maestros del CNTE tomaron las escuelas o porque iban pero no daban clases en protesta por la Reforma Educativa. Aunque usted no lo crea, los niños, después de largas vacaciones, ya quieren regresar a las aulas: volver a ver a los amigos y sentirse en la escuela.

Pero resulta que los maestros estaban en protesta con sendas mantas contra la Reforma Educativa. Aunque quisieran los niños tomar clases, no se podía, y con todo uniforme, mochilas, se regresaban a clases hasta que poco a poco todo regresó a la normalidad.

Hay clases, y nunca en mi vida me habían preguntado tanto si iba a haber clases este lunes 25 de noviembre porque había mucho frío en la región montañosa del estado de Veracruz. Si estando Xalapa a casi 1400 metros sobre el nivel del mar se sentía el frío de los “mil demonios”, ¿qué estarían sintiendo los pueblos que están a más altura?

El gobernador Javier Duarte de Ochoa, con la finalidad de proteger a la población, ha decretado varias veces la suspensión de clases porque tenemos muchos ríos de respuesta rápida; y así sea un huracán, depresión tropical o un frente frío, causan daños con sus vientos y aguas sobre la población.

No es fácil suspender clases después de la protesta magisterial, pero el gobernador toma “el toro por los cuernos” ante la entrada de un meteoro peligroso y decreta la suspensión de clases en todo el estado.

El anuncio se da por medio de un boletín o por la cuenta de Twitter del mandatario, y he observado que tanto madres de familia, así como niños, se ponen alegres, aunque estén encerrados en sus casas. La alegría no tiene explicación. Tal vez porque la jefa de familia dormirá más, no irá por el niño a la hora de salida de la escuela o no harán la tarea.

Se puede escribir mucho del tema, pero este 25 de noviembre sí hay clases.

A ver qué dice el Frente Frío número 14 que empujará y fortalecerá el frío en toda la entidad. Ni modos, no habrá alegría en los hogares veracruzanos, porque, aunque no lo crean, hay quienes todavía esperan el ansiado anuncio de suspensión de clases, pero parece que será para la otra.