El PAN, no oposición “ciega”
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2013-11-07
En principio suena bien lo que dijo Julen Rementería del Puerto, coordinador de la banca panista en el Congreso, el martes que entraron en funciones, en el sentido de que no serán “una oposición ciega, sino una que proponga, discuta, alegue y que denuncie lo que no está bien, así como apoyar todo aquello que esté en lo correcto”.
Tal vez sin proponérselo y sin saberlo, con su afirmación se puso en línea con la tesis de don Jesús Reyes Heroles, el mayor ideólogo que ha tenido el PRI, quien sostenía que un partido político, esté en el gobierno o en la oposición, forma parte del poder legal.
En un memorable discurso que pronunció el 9 de junio de 1973 en el Teatro Motropolitan de la Ciudad de México, el ilustre veracruzano argumentaba que un partido en la oposición aspira al poder íntegro, al gobierno, no a los fragmentos de un gobierno, destruido, deteriorado.
“No es concebible –decía el tuxpeño– que a través de latiguillos, que a través de enconar viejas o nuevas heridas, se trate de deteriorar el poder político, se trate de desmedrar (desmedrar, dijo, no desmadrar, aunque en la práctica casi es lo mismo) el poder que se dice se pretende obtener”.
Acaso una pretensión de actuar con responsabilidad sea otro enfoque que se podría dar a la actitud que tiene últimamente el panismo respecto del Gobierno del estado como también en su relación con la diputación local mayoritaria priista.
Julen, que me imagino es decir también la dirigencia estatal de su partido, no llegó en plan belicoso como se pudo haber esperado dado los desencuentros que tuvieron con la administración anterior, e incluso declaró que no tendrá problemas para lograr acuerdos con su homólogo tricolor, Juan Nicolás Callejas Arroyo.
“Yo soy pescador, me gusta ir a pescar y entonces somos buenos para lidiar con los lobos de mar”, dijo en respuesta cuando los reporteros le preguntaron si no se le complicaría cabildear con un “viejo lobo de mar” como lo es el misanteco.
En realidad, los veracruzanos están cansados de que los diputados locales tomen el Congreso no como la más alta tribuna de representación popular sino como un ring o campo de batalla donde van a dirimir sus diferencias pero en defensa no de los intereses de sus representados, es decir, del pueblo, de los veracruzanos, sino los suyos, los personales, los de grupo o los de su partido.
El PAN, como la oposición mayoritaria que es, tiene una gran responsabilidad. Se esperaría de ellos, de los panistas, que sean una oposición no opositora por sistema, sino que sea propositiva pero también que denuncie y que se oponga a toda iniciativa, a todo decreto que atente contra los intereses populares.
Por ser opositores mayoritarios son los que pueden significar un equilibrio, así sea un equilibrio muy desequilibrado dado la abrumadora mayoría de los del PRI y sus aliados. La responsabilidad legislativa incluye el acuerdo, el entendimiento con el contrario, que no el enemigo, pero también una actitud no sumisa y menos callada o cómplice.
Pero Veracruz, dada su importancia, necesita un Poder Legislativo que privilegie el acuerdo pero con transparencia, o el alegato razonado, argumentativo, que se oponga y frene al grupo mayoritario cuando no tenga la razón o al propio Poder Ejecutivo cuando se pretenda una norma que lesione a los veracruzanos.
Debe quedar atrás el grito llamativo, los sombrerazos, el escándalo que sólo busca las 8 columnas de los medios, que muchas veces son cortinas de humo, para dar paso a las leyes justas que merecen los ciudadanos. El PAN puede jugar un papel clave. Debe jugarlo, con responsabilidad.
En el discurso de Reyes Heroles a que hago alusión, repartía responsabilidades por igual. Sostenía que una mejor democracia exige el mejoramiento interno del partido mayoritario (se refería al PRI), pero también el mejoramiento de la oposición.
Hombre de grandes luces, no escatimaba importancia a la oposición. Decía que también dependía de ella mejorar la vida democrática de México. Y lo argumentaba.
El paisano de Alberto Silva Ramos preguntaba: “¿Qué panorama presenciamos al respecto?”. Él mismo respondía: “La oposición ni siquiera cumple el papel elemental que en cualquier régimen político le concierne: resistir para apoyar. No resiste y, por lo consiguiente, no nos apoya”.
Reyes Heroles reiteraba que el país requería de una sana oposición. “Necesitamos que quienes piensan distinto a nosotros participen en la vida política nacional”, pero preguntaba si el camino para convertirse en verdadera, en real oposición era la violencia verbal sustituta de la fuerza real.
El ilustre tuxpeño sostenía que el acuerdo en lo fundamental no excluía la diferencia en lo esencial.
Pues ahí está ya Julen Rementería en una especie de respuesta positiva, años después, al pronunciamiento del priista Reyes Heroles: no serán oposición ciega, ha dicho, y suena bien. Ya se verá en los hechos si hay congruencia.
Pero Reyes Heroles no sólo cuestionaba el papel de la oposición. También era crítico y autocrítico con su partido. Apuntaba que debían combatir a quienes esgrimen ideas contrarias a las del priismo también con ideas; “hemos señalado la necesidad de respeto para nuestros adversarios” y proponía responder a la violencia (verbal) con la paciencia.
Si el panismo a través de su coordinador en el Congreso ya fijó su postura, ¿los priistas harán lo mismo con respecto a cuál será su comportamiento con la oposición?; ¿atenderán los lineamientos de su ideólogo Reyes Heroles?; ¿están preparados para combatir las ideas con las ideas y no con subterfugios o marrullerías o chicanadas legislativas o madruguetes?
Duarte deja colgado de la brocha a Chiquiyunes
¡Zuku!
El 29 de octubre pasado publiqué en “Prosa aprisa”: “A propósito, ¿lo diría en serio o ya negoció algo? El domingo, el alcalde electo panista de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, declaró que el hecho de que tanto el Gobierno federal como el estatal sean de diferente corriente política, del PRI, no afectará el desarrollo de su administración y de sus proyectos, como la continuidad del Festival de Salsa”.
“Según publicó el diario Notiver, dijo que ya vio las cuentas del Ayuntamiento, pues se ha reunido con el alcalde saliente Anselmo Estandía Colom, y el Festival lo paga realmente el Gobierno del estado, ya que las arcas municipales aportan sólo cinco millones de pesos. Ofreció de antemano todas las facilidades al gobierno estatal para que lo siga organizando, ‘es un buen evento’”.
Según publicó ayer Doris Castaneyra, de alcalorpolitico.com: “En el marco de la reunión con los Subcomités de Turismo de Congresos y Convenciones de Veracruz, Coatzacoalcos y Tuxpan (que se celebró en Boca del Río), el gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, dio a conocer que el Festival Internacional de la Salsa se llevará a cabo en el 2014 en el municipio de Coatzacoalcos para impulsar la zona sur.
El Festival Salsero, que se había estado realizando en el municipio de Boca del Río, conocido como capital de la Salsa, ahora se moverá al sur de la entidad veracruzana”.
Creo que sobra cualquier comentario. De todos modos: ¡aaazzzúúúcaaarrr!