La impunidad de los Legionarios de Cristo
JAVIER ROLDÁN DÁVILA
La insoslayable brevedad
2020-02-10
El mea culpa de los cínicos no implica sentencia
En el pasado reciente, la primera década del actual siglo, comenzamos a saber de los abusos sexuales de Marcial Maciel, después conocimos de las tropelías de otros depredadores de este mafioso clan.
No podemos decir, que el cien por ciento de los integrantes de esta congregación sean unos malandrines (el que generaliza absuelve), pero lo que sí es válido afirmar, tiene que ver con el trato que se da a estos criminales.
A pesar de que se han comprobado multitud de abusos, El Vaticano siempre ha sido "suavecito", por decir los menos, al abordar este tema, y las disculpas ofrecidas por los nuevos dirigentes de esta (en realidad) mafia, son lágrimas de cocodrilo.
Para reparar, apuradamente, el daño, se requiere que los ofensores, aún vivos, vayan a la cárcel y no a una casa de retiro, no debe importar la edad ni sus condiciones de salud, el castigo debe ser proverbial.
Por otro lado, bien haría la ciudadanía en impulsar un boicot contra las instituciones ‘educativas’ de estos malnacidos, es lo menos que se podría hacer para no excusarnos, en la cantaleta, de la impunidad avalada por el Estado.