Ahora que desde Veracruz se observan las tribulaciones financieras, empresariales y hasta de índole penal que durante los últimos tres años han venido enfrentando el ex gobernador Miguel Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani –quien a finales de enero de 2021 huyó del país al girársele orden de aprehensión por defraudación fiscal de más de 66 millones de pesos–, algunos antialemanistas veracruzanos recuerdan precisamente los excesos, abusos, frivolidades y nepotismo que marcaron a la administración del primogénito del ex presidente Miguel Alemán Valdés, que no obstante que su antecesor Patricio Chirinos le dejó dinero en caja, al final de su sexenio terminó heredándole a su sucesor, Fidel Herrera Beltrán, una deuda pública de 3 mil 500 millones de pesos que luego el cuenqueño quintuplicó a su salida.
El actual director ejecutivo de Interjet, Carlos del Valle –cuyo padre Alejandro del Valle, junto con el ex banquero salinista Carlos Cabal Peniche se asoció en julio de 2020 con los Alemán ofertando cada uno 150 millones de dólares para pagar a empleados, proveedores y al SAT, y quien en diciembre de ese año terminó asumiendo la presidencia del Consejo de Administración de la quebrada aerolínea– acaba de revelar al diario El Economista toda la serie de malos manejos y decisiones erráticas que llevaron a la bancarrota a la empresa aérea fundada por el ex mandatario priista veracruzano al año siguiente de haber entregado el poder a Herrera Beltrán.
“El dinero de 2019 y 2020 salía de México y se desviaba a Colombia. Había empleados, que no existían, con cuentas donde se depositaban sueldos de 80 mil pesos por servir el café. Eran 12 personas con una nómina que alcanzaba 1 millón de pesos, más depósitos a cuentas en Colombia, más otros rubros –como asesorías–, que fueron puro desfalco”, relató Del Valle, quien dijo que decidieron demandar penalmente por desvío de recursos a 12 ex directivos de las dos administraciones pasadas, entre los que se encuentran José Luis Garza, quien fungió como CEO durante 14 años; William Shaw, que sucedió a Garza y duró poco más de un año, y Julio Gamero, ex director comercial.
Del Valle asegura que Interjet generaba cuatro millones de dólares (80 millones de pesos) diarios y no tenía por qué decaer. También señaló que incluso la compra de la flotilla de aviones Sukhoi fue un desfalco ya que solo llegaron 22 en lugar de 30, sumado a otras malas decisiones como el abandono de un simulador en Veracruz o que José Luis Ramírez Magnani, primo de Miguel Alemán Jr., cobrara 25 por ciento de la nómina total sólo por estar a cargo del boletaje.
“Nosotros vamos a lograr la reestructura porque vamos a bajar los costos de operación al 50 por ciento. Esperamos limpiar todo lo mal que se hizo en las administraciones pasadas”, declaró el ejecutivo de Interjet.
El directivo asegura que en cinco meses, según sus propios números, reiniciarán operaciones con una flota de 12 aviones A320 y 1,200 personas en la Ciudad de México, Toluca, Cancún, Tijuana y el recién inaugurado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), de Santa Lucía.
Optimista, afirma que unas semanas antes de operar, se levantará la huelga y que los 4 mil 114 empleados serán citados uno por uno para que cobren su liquidación.
Sin embargo, después de 15 meses sin operar, se estima que Interjet requeriría por lo menos seis meses para que el Personal Técnico Aeronáutico esté en condiciones de volar, por la capacitación y revalidación de licencias, además de saldar un adeudo fiscal por más de 689 millones de pesos que no pagaron los Alemán durante su administración.