Elecciones estatales: en política es importante ganar; pero es más importante sumar.

2012-06-26

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Además de las elecciones federales, el primero de julio habrá comicios estatales.

Concretamente, serán elegidos nuevos gobernadores en Chiapas, Yucatán, Tabasco, Morelos, Guanajuato y Jalisco.

Actualmente, Chiapas es gobernado por el PRD; Yucatán y Tabasco por el PRI; mientras que el PAN gobierna Morelos, Guanajuato y Jalisco.

Los últimos reportes dan como seguros los triunfos del PRI/PVEM en Chiapas; del PRI en Yucatán y Jalisco; del PAN en Guanajuato; mientras que los estados de Morelos y Tabasco tendrán final de fotografía entre los candidatos del PRI y el PRD.

Hasta aquí, hay buenas cuentas para el revolucionario institucional porque tiene tres gubernaturas seguras; es decir, con toda certeza contará con un gobernador más en este universo de seis entidades donde sólo gobierna en dos.

Malas cuentas para el PRD al perder la única que gobierna: Chiapas.

Y malas noticias para el PAN, que pierde dos de las tres que están en sus manos: conservará Guanajuato, pero entregará Jalisco y Morelos.

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Ahora bien, desde el punto de vista aritmético el PRI también gana en esta pugna por seis gubernaturas.

Jalisco posee la cuarta reserva electoral del país, sólo después de Veracruz.

Hay 5 millones 330 mil 347 veracruzanos en la lista nominal del Instituto Federal Electoral.

En tanto, Jalisco cuenta con 5 millones 260 mil 991 enlistados ante el IFE.

La diferencia entre una entidad y otra es de sólo 70 mil votantes y este dato es relevante porque el voto diferenciado puede marcar el resultado final de las elecciones.

Es un hecho que en Jalisco, el nuevo gobernador no será panista.
El PRI lleva la delantera pero habrá que ver si la gente vota por el PRI para gobernador y hace lo mismo con la elección presidencial, o vota por el PRI en la estatal y por otro partido en la federal.

De hecho, en Jalisco el rival más fuerte del PRI no es el candidato del PAN, sino un abanderado de las izquierdas cuyo origen está en la sociedad civil.

En el caso de Veracruz –por su parte- podemos hablar del Sur.
El PRI encabeza las encuestas en Acayucan, Minatitlán y Coatzacoalcos; pero San Andrés Tuxtla y Cosoleacaque están muy disputados con el PRD.
Y otra vez, volvemos al tema del voto diferenciado.
Que los candidatos del PRI a la diputación federal tengan seguro el triunfo, no garantiza que pase lo mismo con su candidato presidencial.
La gente que votará por Joaquín Caballero, Noé Hernández y Regina Vázquez, no necesariamente lo haría por Enrique Peña Nieto.
En contraste, las personas que voten por los candidatos del PRD en Cosoleacaque y Los Tuxtlas, podrían votar en contra de Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, aunque el PAN no aparece entre los delanteros en la disputa por las cinco diputaciones federales sureñas, la manipulación panista del programa Oportunidades coloca a Josefina Vázquez Mota como una candidata peligrosa para el PRI y el PRD.
Podrían dividirse las diputaciones, pero: ¿tienen la total certeza de ganar la elección presidencial?

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Para Enrique Peña Nieto es fundamental ganar su estado natal: el de México.
El Edomex cuenta con la lista nominal más grande del país, con 10 millones 396 mil 537 votantes.
Detrás de ella se ubican el Distrito Federal con 7 millones 217 mil 943, luego Veracruz y después Jalisco.
Observando las cifras de votantes, si Peña Nieto gana el Edomex, podría contrarrestar su segura derrota en el Distrito Federal.
Jalisco, por su parte, le puede dar un voto que compita con el de Veracruz en el caso de que los jarochos decidan votar en forma diferenciada y en su contra.
Pero si el priista gana su estado natal, además de Jalisco y Veracruz, con estas entidades tendría el triunfo en la bolsa.

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Volviendo al tema de las gubernaturas que se disputan este domingo el PAN ganará Guanajuato, un estado importante con 3 millones 860 mil 238 ciudadanos en lista nominal.
Allí el partido azul podría ganar la elección presidencial, pero al perder el Edomex, el Distrito Federal, Veracruz y Jalisco, el contraste de votación con base en la cantidad de sufragios por entidad, lo mantiene alejado del triunfo y dependiente sólo de la estructura del gobierno federal para un eventual robo electoral que se aprecia muy difícil, aunque no imposible.
Yucatán será para el PRI y es una entidad con 1 millón 357 mil 419 votantes; Tabasco con 1 millón 530 mil 142 y Morelos 1 millón 311 mil 365 enlistados se dividirán entre el PRI y el PRD.
Chiapas cuenta con 3 millones 016 mil 691 ciudadanos en lista nominal y se considera un estado donde triunfará el PRI.

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En resumen, será el PRI el triunfador de las elecciones estatales el domingo primero de julio.
El PRD es su rival más fuerte y el PAN tendrá una derrota histórica en este proceso.
Pero si trasladamos el análisis al tema de la elección presidencial, el PRI aparece con una ventaja notable, el PRD depende de los votos diferenciados y el PAN sólo podría ganar robando.

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En política es importante ganar; pero es más importante sumar.
Ya sabremos el domingo próximo cómo queda la repartición de gobiernos estatales, pero también veremos cómo se distribuyen los votos de cada entidad respecto a la elección presidencial.
AMLO puede ganar en su tierra, Tabasco, pero los votos que allí le aportarían no se comparan con la cantidad de sufragios que aporta Jalisco, donde podría ser vencido por Enrique Peña Nieto.
Y viceversa: para Enrique Peña Nieto es fundamental ganar el estado de México, mucho más que perder en Guanajuato, Morelos y Tabasco juntos.
Ganar gubernaturas es importante.
Pero ganar la Presidencia de la República no tiene comparación.