La carta de Javier Duarte a Notiver
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2012-01-03
¿Cómo interpretar la carta del gobernador Javier Duarte al director de Notiver Alfonso Salces Fernández a finales del año que terminó la semana pasada?
El 30 de diciembre, el titular del Ejecutivo del estado envió una misiva al periodista para hacer un alegato de su política y de sus acciones en materia de seguridad pública. Se la envió “solicitándole de la manera respetuosa la publicación de la presente carta”.
Es de suponerse que la correspondencia la motivó la información publicada ese día en el diario porteño, una nota informativa tomada de periodistasdigitales cuya entrada barrió parejo: “Durante la pasada administración de Fidel Herrera Beltrán y la actual de Javier Duarte de Ochoa, la denuncia de corrupción en las corporaciones policiacas fue moneda corriente”. Acaso al Gobernador no le gustó tampoco el encabezado: “PIVB… Policía, Fracaso Cómplice!
La repuesta de Duarte fue:
“Hoy en Veracruz hay una mejora sustancial en materia de seguridad, tarea en la que trabajamos diariamente, tal como es la responsabilidad de todo gobierno. Desde el primer día de esta administración, y hay pruebas claras al respecto, ha sido prioridad la atención a la agenda de Seguridad Pública y en particular a la depuración y profesionalización de los cuerpos policiales”. A continuación hace un recuento cronológico de las decisiones de su gobierno en la materia incluyendo la desaparición de las Policías Intermunicipales Xalapa-Banderilla-Tlalnehuayocan y Veracruz-Boca del Río. “Todo lo anterior, estimado Don Alfonso, son hechos y no suposiciones ni especulaciones sobre el trabajo y el compromiso de la administración estatal en torno a la seguridad y tranquilidad de los veracruzanos. Hoy, Veracruz es más seguro que antes y tenga usted la certeza de que seguiremos trabajando en esta tarea, que es prioritaria para el Gobierno que encabezo”.
La carta muestra a un Gobernador directo, sin rodeos, sin cumplidos, pues tratándose de la fecha de que se trató, un día antes de fin de año, no hubo el clásico aprovecho para desearle a usted y a su familia lo mejor para el año que viene, o con mis mejores deseos de bienestar para usted y los suyos le envío un abrazo afectuoso, o le deseo el mejor de los éxitos para usted y sus colaboradores, etcétera; nada, algo necesario, creo yo que indispensable, para lograr una buena gobernancia, para tender puentes de entendimiento, que unas buenas palabras amistosas, de afecto, de reconocimiento, de buenos deseos, de amor, de cariño, nunca sobran y logran muchas veces, las más de las veces, lo que cualquier otro ofrecimiento o atractivo no.
Tal vez Javier Duarte dejó pasar la oportunidad para precisar la entrada de la nota informativa y de paso deslindarse de las imputaciones señaladas en el parte informativo de la Secretaría de la Defensa Nacional, de 30 de enero de 2011, sobre incidentes de personal militar con elementos policíacos en Veracruz-Boca del Río y Xalapa, que sugieren protección a los delincuentes y obstrucción a la labor de los militares; sobre el extravío de armamento de las corporaciones policiacas, y sobre la respuesta del capitán Armando Mendoza Paredes, jefe de la Unidad de Acceso a la Información de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de fecha 25 de febrero de 2011, quien ante la petición de la Defensa Nacional para que se le informara sobre los partes policiacos en relación a los casos que denunciaba, le respondió que “en esta Secretaría no se tiene registro de la instauración de algún procedimiento disciplinario o queja, instruidos por los motivos antes descritos”.
Una lectura atenta del parte informativo de la Sedena deja en claro que se refiere a hechos ocurridos en 2009 y hasta octubre de 2010, un mes antes de que tomara posesión el nuevo gobierno. Por eso, a mi juicio, el gobernador Duarte debió deslindarse. En respuesta a su carta, que mereció un espacio pero en la página 2, el diario le dio la suya propia: volvió a publicar la copia facsimilar del reporte de la Sedena sobre los incidentes que denuncia.
¿Cómo interpretar su carta? El gobernador Javier Duarte está en todo su derecho de defender las políticas y las acciones de su gobierno y por lo que se ve está decidido a hacerlo donde sea y cuando sea y hace bien. Creo que los veracruzanos tienen claro, desde agosto pasado cuando declaró la guerra a la delincuencia organizada, su compromiso con la seguridad de sus representados. Acaso su juventud o la falta de buenos asesores no lo hagan ser más sutil o más diplomático, acaso más elegante en su manera de comunicarse; acaso eso contribuya a que, como en el tema que me ocupa, responda por algo que no ha sido su responsabilidad.
Pero, más allá de lo ocurrido, el caso muestra signos alentadores para la vida pública de Veracruz. Por un lado, un diario, un periódico, un espacio público ejerciendo a plenitud su libertad de publicar, de informar, de difundir; por el otro, un gobernante que recurre al argumento, no al abuso ni a la fuerza que le da el poder, para rebatir; que lo hace con respeto. En medio, los lectores del rotativo, los ciudadanos representados por el gobernante, quienes informados por uno y otro pueden sacar la mejor conclusión y dilucidar quién tiene la razón, si es que no la tienen los dos.
Es de desearse que esa sea la tónica que en la relación prensa-gobierno prive no solo este año sino en el resto del sexenio, necesaria, urgente, cuando lo que se necesita es entendimiento, unidad que no unanimidad, tolerancia, respeto al otro, al contrario, para enfrentar y vencer los retos que finalmente nos atañen a todos y cuyas consecuencias nos pueden afectar a todos, como es la lucha contra la delincuencia organizada.
El 22 de diciembre, Javier Duarte reconoció que las condiciones que vive México son complejas y difíciles y que Veracruz no escapa a esa circunstancias lo cual obliga a que estemos hoy más unidos que nunca. “Hay temas que no solo son privativos de Veracruz y en ese sentido lo que estamos haciendo es enfrentarlos y resolverlos”, dijo y aprovechó para hacer un llamado a los medios de comunicación a que apoyen a la sociedad “de la cual formamos parte para generar un ambiente propicio y desarrollo para el bienestar”.
Ese apoyo a la sociedad solo será posible cumpliendo cada quien con su deber, el Gobernador dando resultados y la prensa informando con la verdad como es su deber. No me cabe duda que Duarte está empeñado en cumplir y ojalá y el tiempo así nos lo confirme y no nos defraude; nunca he dudado que Notiver cumple con el objetivo primordial de la prensa: informar con la verdad, lo que lo distingue, aunque a veces sus fuentes se puedan equivocar. Lo cierto es que los actores públicos, del gobierno, de la prensa y de la sociedad incluyendo a las iglesias debemos estar más unidos que nunca, unidos dentro de nuestras diferencias pues lo publicado ayer por los diarios Reforma y Milenio es más que preocupante: el número de ejecuciones en Veracruz durante 2011 se disparó en 960 por ciento al pasar de 51 crímenes en 2010 a 490 en 2011, según Milenio, mientras que Reforma cita que el incremento fue de 573 por ciento, al pasar de 52 en 2010 a 350 en 2011, cifras que difieren aunque coinciden en el crecimiento desproporcionado.