Baños de polvo y de pueblo
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2014-02-25
Un viejazo –en el mejor concepto– como lo fue Agustín Acosta Lagunes, gobernador con el que también tuve la oportunidad de trabajar muy de cerca, con la sabiduría del ranchero que era, como político aconsejaba que de vez en cuando era necesario que todo gobernante se diera baños de polvo… y de pueblo, lo que, por supuesto, llevaba a la práctica.
Era ranchero de origen, pero fue un hombre que se educó en México y en el extranjero, fue un gran economista e igual o mejor administrador, políglota, un hombre muy culto que tenía en su despacho todos los días, sin faltar, The Wall Street Journal, The Washington Post, The New York Times, The Daily Telegraph (que le traían de la Ciudad de México) y Notiver, y que llegó a ser gobernador sólo porque era amigo del entonces presidente José López Portillo.
Aunque era cascarrabias hasta el exceso (“Don Disgustín”, le decíamos, y su entonces secretario particular, Felipe Capitaine Rivera, que fue después alcalde de Nautla, decía que lo regañaba, pero en serio lo que se llama regañar, cagar decía él, unas quince veces al día, “pero para desquitarme, cada vez que me regaña le chingo mil pesos –de aquellos– de la caja chica”); aunque era cascarrabias hasta el exceso sabía acercarse a la gente, porque además era un actorazo.
Nunca se me olvida que un buen día, casi al inicio de su gestión, prácticamente sin avisar a nadie, ¡machete en mano se fue a cortar caña de madrugada a un cañaveral de Carlos A. Carrillo al estilo de Fidel Castro! Lo acompañó sólo entonces, o se hizo acompañar sólo por el periodista Froylán Flores Cancela y por el fotógrafo Saúl Sánchez, que en paz descanse. El testimonio de aquello está en la hemeroteca del semanario Punto y Aparte. Claro que aquello impactó.
Eran otros tiempos, o bien tenía la virtud de ser, él sí, ácido con la prensa sin que ésta se sintiera ofendida, pero los reporteros y fotógrafos y camarógrafos de entonces en lugar de enojarse se divertían con él y con lo que les decía, porque les decía la verdad: les hacía ver su bajo nivel de preparación (bueno, casi de la mayoría), les preguntaba que de dónde les salía tanta capacidad para decir tantas “pendejadas” a diario y en tanto espacio, y los “picaba” diciéndoles que podía ser mejor reportero que ellos “Tachín” un famoso mesero de “La Parroquia” de Veracruz (en Xalapa hubo alguna vez una compañera reportera, que en paz descanse, que salía a trabajar todos los días y al primero que veía de traje y corbata le ponía la grabadora, casi se la metía en la boca y le sorrajaba: “¡Dígame lo que quiera!” Ya cuando aquél paraba de hablar le preguntaba: “¿Su nombre y su cargo?”).
Nunca más, ni antes ni después, vi que un gobernador atrajera tanto a la prensa, que lo seguía como un enjambre de abejas a un panal. Sin duda, sabía comunicar y comunicarse. Se daba sus baños de polvo, sin duda, y con la prensa, a veces, también sus baños de pueblo.
Y todo esto me lo hizo recordar ayer Javier Duarte de Ochoa al ver unas fotos con una parte de los reporteros que cubren su fuente en un conocido y popular café del centro de Xalapa, al término de su segunda conferencia de prensa de inicio de semana. Las imágenes me recordaron mis tiempos, ¿viejos tiempos ya?: sí, de reportero, que por supuesto añoro.
El Gobernador, que estaba con su esposa Karime, se veía relajado, sonriente, participativo sosteniendo un micrófono como un reportero más. ¿Por qué se resistió tanto tiempo a hacerlo? ¿Qué o quién se lo impedía? Cuando quiere, no se le dificulta nada convivir con la prensa (lo reconfirmé el viernes durante una comida en la Casa Veracruz). Para salud del mejor clima para que los periodistas realicen a plenitud su trabajo en el estado, ojalá y la de ayer haya sido la ocasión para el inicio de una verdadera nueva relación Gobierno-prensa, de respeto al quehacer de cada quien y de entendimiento, sin caer en la complicidad, claro está. Que sea para bien de la salud del estado y para beneficio de los veracruzanos.
¿Bermúdez y Bravo si jalarán parejo?
Que la sesión extraordinaria de esta mañana en la LXIII Legislatura será de mero trámite para ratificar a Luis Ángel Bravo Contreras como nuevo Procurador General de Justicia del estado, a propuesta del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
A propósito, una lectora, según se consignó en el pie (texto) de foto, envió el viernes pasado al portal alcalorpolitico.com una fotografía en la que se ven corriendo juntos, en el bulevar del puerto de Veracruz, al secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita y a Bravo Contreras.
Se ve que van a paso parejo, calzando tenis, en shorts y sudando la playera; pareciera que van sonriendo (la imagen no tiene buena nitidez porque tal vez la tomaron con la cámara de algún teléfono celular) y si así es cabría preguntar de qué o de quién. ¿Salieron juntos y se hicieron tomar la foto a propósito como para decirle al Gobernador, mira, para que veas que te hicimos caso con eso de que dijiste el jueves de que no hay espacio para la división?
Para nadie era un secreto que entre Bermúdez y el anterior procurador, Felipe Amadeo Flores Espinosa, no había buena relación, o de plano no había relación. Ahora, a ver si así como se ven en la foto, Bermúdez y Bravo Contreras llevan igual de parejo el paso, a ver si sudan igual la camiseta duartista pero en la consecución de una buena y efectiva seguridad pública y de una eficaz procuración de justicia.
Que Tona andaba con un cuate de Obama
Me informa su oficina de Prensa que el diputado local Tonatiuh Pola Estrada sí fue invitado a la rendición de protesta de Mario Zepahua Valencia como delegado distrital del PRI en Veracruz, pero que no pudo asistir porque se encontraba participando en el Curso Taller de Comunicación de la prestigiosa Georgetown University, de Washington, curso que esta vez se ofreció en Cancun y en el que participaron personalidades como Scott Goodstein, jefe de redes sociales ni más ni menos que del presidente Barack Obama, así como la secretaria general del CEN de su partido, Ivonne Ortega Pacheco. Que sí, que no sólo quiere ser un buen representante popular sino también el mejor “activo” político del distrito electoral XXI, que representa. Que sea para bien de sus representados. Sinceramente, yo todavía lo extraño como conductor del noticiario matutino de Telever.