Pieza de museo

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-03-06

Político no tradicional, no al estilo de los políticos priistas, aunque él lo era del tricolor, el gobernador Agustín Acosta Lagunes, con la irreverencia política que lo caracterizaba (en realidad él era más tecnócrata que político), en corto expresó alguna vez, cuando tenía que resolver un relevo de la dirigencia de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos CNC, que a la Liga Agraria, como mejor se le conoce, se le debía poner una bomba y desaparecerla.
El argumento, no falto de sustento práctico, era que la vieja casona de Alcalde y García en Xalapa albergaba a un organismo que no servía para nada. Él lo veía como un aparato de estorbo, burocrático, por el que se fugaba una buena cantidad de dinero, pero que no ayudaba en nada a la que fue una de sus dos grandes aspiraciones como gobernador: hacer de Veracruz el granero de la nación (la otra era hacerlo el yunque, laboralmente hablando).
En aquella ocasión, Don Agus, como también lo conocíamos, para reforzar su argumento, preguntó: A ver, ¿cuál es el principal país productor de granos y alimentos del campo en el mundo? Los que estábamos cerca respondimos de inmediato y casi al unísono, Estados Unidos. Volvió a la carga, ¿y el número dos? La URSS (que entonces existía liderada por Rusia), le dijimos. Y entonces se fue a fondo: ¿Y allá tienen Liga de Comunidades Agrarias?
Yayo (Ángel Leodegario) Gutiérrez Castellanos, de los pocos que lo contradecía, le dio toda una explicación histórica-política del origen de la Liga (fue la primera del país y en su tiempo un verdadero órgano de lucha, de reivindicación de los derechos de los hombres del campo, de inspiración comunista) y le trató de hacer ver que era un símbolo del sistema político, de la Revolución ya convertida en institución, algo intocable en el altar de las veneraciones de la sacrosanta clase política priista mexicana y veracruzana, por supuesto.
Acaso fuera de esa vieja raigambre histórica y de lucha en su tiempo, en realidad para ese entonces cuando Acosta Lagunes gobernaba la Liga ya nada más estaba convertida en el brazo electoral del Gobierno en el campo, en un ente corporativo al servicio del PRI, en una fábrica de votos y de candidatos dizque del sector agrario porque en realidad muchas veces o la mayor parte de ellas servía como colchón para que ahí cayeran políticos totalmente ajenos al campo pero que el PRI, el Gobierno, los quería convertir en presidentes municipales o en diputados por un distrito mayormente rural.
Pero el tiempo la ha matado ya casi de muerte natural e incluso en lo político, salvo para mantener el corporativismo tricolor en el agro de la entidad, la Liga Agraria ya ni siquiera conserva su cuota de posiciones políticas y en especial en el sexenio pasado y en lo que va del actual perdió cargos en los ayuntamientos, en la Legislatura y en el Congreso federal como nunca. Para ayudar a producir o a producir más en el campo, ya poco sirve; como organismo político, está acotada, disminuida, casi acabada.
De la importancia que le otorga el sistema del que fue y ha sido sustento habla la revelación que acaba de hacer su dirigente saliente, Bertha Hernández Rodríguez (ya se despidió y dijo que sólo está a la espera de que le llegue su relevo), quien declaró que el presupuesto anual que se le asigna a ese histórico organismo es de apenas 800 mil pesos, igual o menos de lo que gana un secretario de despacho en un año.
A Bertha la conozco desde jovencita, cuando amadrinada por la señora Teresita Peñafiel de Hernández Ochoa llegó por primera vez a la alcaldía de Emiliano Zapata (Dos Ríos), a la que volvería después. En realidad, para lo que le dan, cuando tiene que pagar a secretarios de varias ramas del organismo, al personal, sufragar el mantenimiento del edificio, cubrir gastos, etcétera, en realidad ya aguantó bastante, acaso porque se lo habría pedido que lo hiciera su hermana que no tuvo, Beatriz Paredes Rangel, ex gobernador de Tlaxcala, hoy embajadora en Brasil y con todo un rosario de excargos políticos y legislativos de nivel nacional.
Se podría decir que con la salida de la también ex diputada local y federal, el organismo agrario casi pasará a mejor vida como instrumento de lucha agraria. Ya no hay tierra por repartir, que lograrlo a favor de los campesinos y en detrimento de los terratenientes era uno de sus principales objetivos; los ejidos ya prácticamente están todos regularizados; ya no hay lucha contra los capitalistas como proclama su himno; el crecimiento de las manchas urbanas ha desaparecido los ejidos; los programas para el campo los manejan la Sagarpa a nivel federal y la Sedarpa a nivel local aunque a veces de las dos no se hace una, e incluso, en el estado, también la Secretaría de Desarrollo Económico.
La Liga, en realidad, ya nada más casi queda como un brazo electoral del PRI. A sus forjadores, las nuevas generaciones prácticamente ya no los conocen ni saben quienes fueron y sólo se les recuerda cada 6 de enero en el tradicional acto agrario. Sus símbolos señeros como la hoz hace mucho que son sólo piezas de museo, e incluso me atrevo a afirmar que los propios dirigentes actuales sólo conocen los caballos porque los han visto en un tiovivo (carrusel) de feria ya que nunca se han subido en uno de ellos.
Sólo para unos cuantos interesados que se pelean la dirigencia porque dizque van a rescatar a los campesinos y al campo del olvido en que lo tienen, aunque en realidad ven a la Liga como un botín electoral, la verdad es que el organismo hoy es ya una pieza digna de museo, y cuidado que si a la vieja casona de Alcalde y García la convirtieran en museo tendría qué exhibir y a lo mejor hasta lograría, por fin, una buena utilidad cobrando la entrada. Yo preferiría eso a ponerle una bomba, como aconsejaba don Agustín.
Fuera del simbolismo, ¿en realidad tiene razón de ser la Liga? ¿Sostenerla, al final no le cuesta al erario, esto, es a los contribuyentes? ¿Si como ha existido y existe, la mayoría de los campesinos vive en la pobreza si bien ya no en la miseria aunque hay sus excepciones en las zonas indígenas, si continúa acaso ahora sí mejorarán sus condiciones? ¿No llegó ya la hora de colocarla en su nicho y cantarle el requiescat in pace? ¿Quién la extrañaría?
Aviso de Nemi
Este jueves 6 de marzo, a la una de la tarde, en el Museo de Antropología de Xalapa,
se llevará a cabo la entrega del galardón del Sistema de Protección Social en Salud, organizada por el Régimen Estatal de Protección Social en Salud (REPSS), al que asistirá el director de Desarrollo Humano de Oportunidades de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, Daniel Aceves Villagrán.