Poco Plácido y muy tentón
JAVIER ROLDÁN DÁVILA
La insoslayable brevedad
2020-02-28
El abuso es una conducta inmoral y/o criminal, de cualquier tipo de poder
Durante años, el tenor Plácido Domingo, construyó la imagen de ser un hombre generoso y altruista, la fotografía donde se le observa removiendo escombros en Tlatelolco, los días posteriores al terremoto de 1985 en la CDMX, lo consagraron como un héroe urbano.
Después, ofreció conciertos y el dinero recabado fue para los damnificados, mejor imposible, su bonhomía se trocó en ejemplo. También se convirtió en promotor de los nuevos talentos operísticos, eso lo elevó a la categoría de santón en su ambiente.
No obstante, a raíz del movimiento #Metoo en las redes sociales, el virtuoso interprete fue señalado como un acosador sexual, varias fueron las mujeres que lo acusaron de utilizar su prominente posición, para buscar obtener favores carnales.
Don Plácido, se defendió aduciendo que era una cuestión cultural, es decir, el cómo latino tendería a ser ‘muy querendón’, situación que se malinterpretó como una suerte de felonía.
Desde luego, los encargados de investigar el tema, a petición del Sindicato de Músicos de Ópera de los Estados Unidos, concluyeron que no era una diferencia de enfoques, sino un típico caso de abuso, por lo que lo encontraron culpable.
Ni hablar, su falta de inteligencia emocional estropeó su paso a la historia: ¿con qué recuerdo nos quedamos? Triste y lamentable en todos sus aspectos. Suerte señor Domingo.