Regidor morenista denuncia fraude fiscal en Minatitlán

Andrés Rodríguez Cabrera

ABRIENDO BRECHA

2021-03-02

- Al más puro canibalismo político ramplón, pone en entredicho la honestidad de su compañera de partido.

Presumiendo conocimiento total de las leyes hacendarias, aparente ingenuidad o más bien “mala leche”, el regidor tercero con la comisión de hacienda por Morena Raúl Rodríguez Rico denunció la existencia de un fraude fiscal en la hacienda del ayuntamiento de Minatitlán que preside el morenista, Nicolás Reyes Álvarez, en una sesión extraordinaria de cabildo realizada el pasado viernes.

Haciendo alarde de realizar su comisión con honestidad y transparencia, Raúl Rodríguez dijo que esto ponía en riesgo el trabajo pulcro que durante tres años ha realizado la tesorería (a cargo de Eunice Maldonado Ramírez).

Al exponer de manera confusa y cantinflesca el asunto, entre lo más entendible, dijo que el ISR normalmente es descontado a los trabajadores, y como cada inicio de ejercicio solicitó informes a la tesorería para determinar cuáles son las cantidades que en su momento esta va a recuperar; “derivado de una acción que se realiza podemos recuperarlo al cien por ciento, cosa que la tesorería hasta este momento, y los que integran esta comisión que se encarga de la gestión para la devolución, no ha cobrado un solo peso”.

La recuperación que asciende a un poco más de 134 millones de pesos representa un recurso que nos ha ayudado para salir adelante en los pasados tres años, indicó. Pero para este año fiscal, al analizar la información que le presentan, la tesorería tiene un recurso que no reconoce, aseguró.

“Estamos hablando de un recurso de $ 11,744,189.00, es un documento que manifiesta, y lo voy a decir de manera puntual, no fue gestionado por la tesorería”. Esto significa que un tercero realizó dicha actividad ¿con qué propósito? no lo sé, denunció el regidor con la comisión de hacienda.

Estos pagos, al ser enterados por el conducto adecuado y con el recurso adecuado, tienen que ser siempre con participaciones o con recursos propios, puesto que así lo marca el artículo 3D de la ley, manifestó. La situación es que, dentro de la recuperación que en su momento no gestionó la tesorería, existe una manipulación a los timbrados de las nóminas, añadió.

Al citar como ejemplo el pago de los laudos, indicó que estos se hacen con recursos federales del FORTAMUN, porque así lo dispone la ley. “Esos timbrados los revisó la tesorería y, lógicamente que ese recurso no puede regresar porque fueron pagados con otro tipo de recursos (participantes)”. “(…). Y al revisar también la nómina se encontraron con otro timbrado, en donde cambiaron, manipularon, y pasó de ser recurso federal a recurso propio”.

Para que esto suceda, para que exista este trabajo, indicó Raúl Rodríguez, forzosamente quien lo realizó necesita tener acceso a través de la Jefa Electrónica, que es la representante legal del ayuntamiento (la síndica única por morena Gisela Pineda Pérez).

Dejándolo todo mundo ser dueño absoluto del micrófono, del tiempo y de la palabra, Rodríguez Rico dijo que este delito está tipificado como defraudación fiscal porque la suma asciende a más de 10 millones de pesos, y quien resulte responsable de este hecho merecerá de 3 a 9 años de prisión.

Entre balbuceos e incoherencias, el alcalde Nicolás Reyes, secundando a Raúl Rodríguez, dijo que la síndica Gisela Pineda le informó que ese día estaba en Xalapa dialogando con (representantes de) un despacho contable para ver si era posible bajar recursos, y él le contestó que cómo era posible si su administración (hasta el informe de gobierno que dio el año pasado) tenían casi 133 millones de pesos recuperados, sin necesidad de un despacho contable.

Yo le dije que era una cuestión muy seria, porque cómo era posible que hubiera manifestado de que la clave se hubiera hecho para eso, incluso, según me manifiesta, sería una defraudación fiscal, expresó textual Reyes Álvarez. “Debido a la situación en que había, incluso de lo que estaba contemplado hacer, ahí bajaron recursos, de ahí sacaron recursos para que fueran puestos también”.

Como Poncio Pilatos, atizando más el fuego y engallado por las palabras de su patrón, Rodríguez Rico dijo que se desligaba totalmente del, según él, fraude fiscal.

El regidor “priista” Saúl Wade León, dijo que apenas el miércoles o jueves de la semana pasada se acababan de aprobar los estados financieros (de enero 2021). Y al preguntar cuáles eran las observaciones que hacía la contraloría respecto a estos movimientos, sugirió que la contraloría (municipal) debería denunciar por escrito no de palabra, y que se debe presentar la denuncia ante la Fiscalía de Delitos Especializados o donde corresponda, o ante el mismo SAT.

El regidor morenista Francisco Antonio Hernández también recordó al regidor Raúl Rico que apenas acaban de firmar los estados financieros de enero pasado, y le aclaró que en esos se puede observar su firma y el de la tesorera, “pero no vienen las firmas del alcalde ni de la síndica”.

Si faltó esto en la información que pasó por sus manos (el pasado mes de enero), pues debió haberlo observado antes y no una vez que se hayan autorizado los estados financieros, añadió. Ustedes dijeron que no observaron nada, que estaba todo bien, reprochó.

Después de constatar que Raúl Rodríguez y Nicolás Reyes se habían “pegado un tiro en el pie” a plena luz del día, en su afán de evidenciar en público la honestidad de su compañera de partido y síndica Gisela Pineda, la mayoría de los ediles que tiene “maiceados” Reyes Álvarez se hicieron los occisos y decidieron tratar el confuso asunto de defraudación fiscal en una privada sesión extraordinaria de cabildo; es decir, en lo “oscurito”.

Mientras son peras o manzanas, la denuncia por fraude fiscal que presentó Rodríguez Rico retrata de cuerpo entero la inepta o marrullera administración que preside el morenista Nicolás Reyes, porque los principales responsables de vigilar la hacienda municipal, en este caso son: el alcalde, la síndica única, la tesorera, el regidor tercero y el contralor.

En espera de los resultados -ya sea amonestación administrativa o se configure el delito penal- por el fraude fiscal que según Raúl Rodríguez habría cometido la síndica única, cualquier experto en administración pública municipal puede percibir que el regidor encargado de la comisión de hacienda aprovechó cada uno de sus minutos malsanos, y la ausencia de Gisela Pineda, para tratar de poner en entredicho su honestidad.

Canibalismo vil y ramplón ordenado por el autoritario Nicolás Reyes, para evitar que la exdiputada local suplente por Morena, funcionaria de la SEV y hermana de Gisela Pineda, Angélica Pineda Pérez, decidiera inscribirse como precandidata por su partido a la presidencia municipal de Minatitlán; y opacar a su hija Elizabeth Reyes Toledo, también precandidata por el mismo partido y cargo.

Una vez más, Nicolás Reyes desafía al gobernador morenista de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, padrino político de Angélica Pineda y de la estatal secretaria de Turismo, Xóchitl Arbesú Lago.

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