ARIAS LOVILLO, JUEZ Y PARTE
Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
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3 de JULIO de 2013
César Augusto Vázquez Chagoya
Pasillos del Poder
2013-07-03
Seguimos con el caso de los alumnos de la facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana en Xalapa. Ya se habló que de los 134 alumnos del décimo semestre y último, 95 no pasaron las prácticas de campo, por lo que no merecían estar en un hospital.
Todavía de esos 95, el 1 de julio filtró la UV que había indignación entre los catedráticos porque 12 alumnos habían falsificado calificaciones que los hacían acreedores a estar en los mejores hospitales hasta con cero de calificación, cuando la máxima es de 2 puntos.
Se habló que había dos problemas: que 95 alumnos no merecían estar en un hospital y de esos 95, había alumnos que habían falsificado sus calificaciones. El día 2 de julio (sin celebrarse la Junta Académica de la facultad de Medicina, que será efectuada este jueves 4 de julio a las 19 horas) por la tarde, aparece un boletín de prensa del rector de la Universidad Veracruzana que reproducimos:
“UV sancionará conducta irregular de tres alumnos de Medicina UV
- “Se aplicará la normatividad de manera contundente”, afirmó el Rector
- El caso ya está siendo analizado por las autoridades competentes, quienes determinarán la sanción
- Las calificaciones nunca se asentaron en actas oficiales, sino en documento preliminar que estudiantes reciben del Coordinador de Campos Clínicos
La normatividad que rige a la Universidad Veracruzana (UV) es clara y contundente y todo acto que la infrinja merece ser sancionado, aseguró el rector de esta casa de estudios, Raúl Arias Lovillo, en referencia al caso de los tres estudiantes del décimo periodo de Medicina, campus Xalapa, a quienes autoridades de esta Facultad señalaron por alterar un formato no oficial de calificaciones.
Por otra parte, agregó, “me parece excesivo que se califique en algunos medios de comunicación que la UV está egresando a profesionales no aptos para insertarse en el campo laboral, pues la sociedad misma que hace uso de los servicios de salud y que pone su integridad en manos de los médicos egresados de la Universidad puede dar fe de la calidad de su formación”.
El rector Arias Lovillo aclaró que corresponde a la Junta Académica de la Facultad de Medicina –integrada por el Director, Secretario Académico, todos los catedráticos, el consejero alumno y representantes de cada generación–, junto con el Abogado General de esta casa de estudios, analizar el caso para proceder con total apego a la normatividad universitaria.
Afortunadamente, expresó, esta situación fue detectada a tiempo porque las calificaciones nunca se asentaron en las actas oficiales sino en un documento preliminar no oficial y que corresponde a una serie de experiencias educativas vinculadas con el trato directo a pacientes.
“Las calificaciones que los estudiantes obtienen en el trato directo a pacientes (campos clínicos) representan sólo 20 por ciento de la calificación global.”
Antes de que los titulares de las experiencias educativas llenaran las actas de calificaciones y las publicaran en el apartado correspondiente del portal UV, se presentaron una serie de anomalías que permitieron detectar la falta, pues, por citar sólo un ejemplo, había estudiantes que no aparecían en una lista y en otra, sí.
Tras comparar los documentos originales elaborados por el Coordinador de Campos Clínicos se determinó que los de las experiencias educativas Oftalmología y Nefrología habían sido modificados. En el primer caso se cambiaron nueve calificaciones y en el segundo, sólo dos.
Las investigaciones realizadas hasta el momento reflejan que fueron tres estudiantes los que alteraron los reportes, pues el resto de sus compañeros desconocían que se les había asignado una calificación distinta a la que en realidad obtuvieron. No obstante será hasta después de que la Junta Académica se reúna y delibere que se podrá tener mayor certeza sobre este suceso. También destacó que los jóvenes aludidos son todos buenos estudiantes, con promedios altos.
Alberto Navarrete, director de la Facultad de Medicina-Xalapa, precisó que las calificaciones corresponden al décimo periodo y que no son tomadas en cuenta por las autoridades de salud que asignan espacios para que los estudiantes realicen su internado en hospitales:
“Las calificaciones del décimo periodo no tienen que ver con su posibilidad de aspirar a una plaza. El reparto se hace en junio con el promedio que resulta de las calificaciones obtenidas del primer al noveno periodo”, concluyó.”
Hasta aquí el boletín del rector de la Universidad Veracruzana. Siempre hemos dicho que Raúl Arias Lovillo fue oscuro y solamente lo conocimos en 8 años por sus escándalos sentimentales. Con el boletín del rector de este 2 de julio, no sólo se burla del Consejo Académico de la facultad de Medicina de Xalapa, sino del Consejo General Universitario.
Por si usted no lo sabía, la Universidad Veracruzana tiene estatutos, y en su artículo 9 dice: “El consejo Universitario es la máxima autoridad colegiada de la Universidad Veracruzana”. En su artículo 25 dice: “El rector es la autoridad ejecutiva y legal de la universidad”. En su artículo 83 dice: “Las facultades de la UV tienen una junta académica, director, consejo técnico, secretario y jefe de carrera”.
Como no estamos inconscientes en una plancha de hospital con estos alumnos, nos preguntamos:
1.- Si no se realiza el Consejo Académico de la facultad de Medicina de Xalapa, ¿por qué dice el rector que sólo 3 alumnos son responsables de las falsificaciones? ¿Los maestros y consejeros alumnos de Medicina están de títeres?
2.- Si usted leyó bien el comunicado de prensa del rector, acusa a medios de comunicación de decir que alumnos de Medicina no están aptos para el mercado laboral. ¿Qué Arias Lovillo nunca se ha enfermado? ¿Qué no le va afectar la mala preparación de 95 alumnos de 134 egresados? ¿Cuánta población será afectada por estos malos alumnos?
3.- Dice el rector que la clínica de campo significa “sólo” el 20% de la clasificación global. ¿Pues el “sólo” es una palabra de desprecio cuando significa la vida del ser humano? Mejor porque no nos dice el rector que en su Dirección hay bacanales y de ahí se prestó la falsificación.
4.- Dice el rector que los 3 involucrados, todos son buenos estudiantes con promedios altos. Si lo fueran ¿Por qué falsificar calificaciones? Me tengo que chupar un dedo para creer lo anterior.
5.- El que contradice es el director de la facultad de Medicina, Alberto Navarrete, quien dice que las calificaciones no son tomadas en cuenta por las autoridades de salud para tener una plaza ¿Entonces que toman en cuenta? ¿Sus nalgas? ¿Si son bonitos? ¿O recomendados?
6.- Después dice Navarrete que para obtener una plaza no se toma en cuenta el décimo semestre, sino del primero al noveno. Pareciera que al director de la facultad se le olvida que precisamente los últimos semestres son los más importantes, especialmente en Medicina, porque son los que preparan a los alumnos en el campo clínico, llevando hasta dos años de internado y práctica en los hospitales. Por su supuesto que se toma en cuenta las calificaciones del último semestre y por el eso el coordinador de Campos Clínicos, Ignacio García Peimbert, presenta las calificaciones reales del décimo semestre el 10 de junio, donde hay 95 alumnos reprobados de 134. ¿Estos merecen trabajar en un hospital si al final no están preparados?
Podemos comprender que Raúl Arias Lovillo esté preocupado por el prestigio de la Universidad Veracruzana en su conjunto con los 5 campus en la entidad, pero eso lo debió pensar entrando a la Rectoría, no cuando se va. 16 años de un nuevo modelo educativo que es un fiasco.
El prestigio se obtiene con mucha supervisión y la constancia, pero no mintiendo, contradiciéndose, viajando como rey a costa de nuestros impuestos y sobre todo tolerando todo para lavar sus culpas. Ya se nos olvidaron los 80 millones de pesos pagados por Arias a una empresa de Orizaba, porque en vez de utilizar las computadoras que les dio el patronato, las alquilaron.
Hay más, pero si tienen sentido común, es la oportunidad de ver nuestros errores y componerlos. Si siguen igual, el campo laboral se va a ir cerrando por la culpa de unos cuántos.
A ver qué dice la junta de la facultad de la Universidad Veracruzana y sobre todo el Consejo General Universitario, que son los competentes para determinar los castigos, no el rector ni su director del jurídico. Punto, no hay más.