LA ALCALDESA DESTRUCTORA DE XALAPA

Hay muchas cosas que no cuadran en la capital de Veracruz, donde se tiene unas de las poblaciones más cultas y es asiento de varias universidades. Siempre los alcaldes sacan a la luz pública sus inconformidades en contra del gobernador en turno, pero Elizabeth Morales García, sin pelearse con el que manda, está destruyendo Xalapa.

Nunca hemos comprendido porque no se toma en cuenta que la ciudad está asentada sobre el volcán Macuiltepetl y que las calles y avenidas son planas gracias a la acción del hombre. Las colinas del volcán al norte van hacia Naolinco; al sur, las laderas siguen hasta el rio Hueheyapan en San Marcos. Al norte está la avenida 20 de Noviembre hacia el municipio de Emiliano Zapata. Al noroeste las avenidas 20 de Noviembre, Ruiz Cortines y la avenida Xalapa, que termina en Banderilla.

Lo que tuvieron muy cuenta los barrios totonacos y los españoles al sur, es cuidar el centro histórico. Un volcán coronando una ciudad no todos lo tienen en el mundo y tampoco los xalapeños le han sacado provecho. Sube usted al Macuiltepetl y aprecia perfectamente la base del cráter.

Cuando Xalapa se volvió capital de Veracruz, tuvo sus oficinas en lo que hoy es el Palacio Municipal. En lo que hoy es el Parque Juárez, estaba el convento y hospital San Francisco. Juan de la Luz Enríquez, siendo gobernador, ordenó quitar el viejo convento que venía desde los años 1500, y Teodoro Dehesa construyó lo que era primera parte del Palacio de Gobierno y la segunda parte la realizó Miguel Alemán Valdés.

Al construir el majestuoso Parque Juárez, se encontraron fetos del convento y ya se empezaba hablar de los famosos túneles que existen, pero no están abiertos al público. En los años sesenta, en los jardines del Juárez, estaban plantadas las amapolas, que se quitaron a raíz que se supo que producían la heroína.

Siendo el Parque Juárez nuestro orgullo, llenos de pájaros que los boleros espantaban con latas vacías entre los árboles, se le fue dotando de estatuas y en los domingos era una verdadera verbena popular ver a las casaderas caminar en un sentido y al contrario los casaderos.

En la parte de atrás del Parque Juárez se hizo un mirador donde usted contemplaba el Cofre de Perote y el Pico de Orizaba. Al lado se construyó unas praderas con pastos donde se asoleaban las parejas y los niños jugaban sin peligro. A un costado de estos jardines se pusieron las estatuas de las 4 virtudes y dando continuidad se construyó la balaustrada que era una construcción para dar importancia a las estatuas y al jardín del antiguo convento de San Francisco.

Hay que recalcar que tanto el convento de San Francisco, el Palacio Municipal y el Palacio de Gobierno hasta cerca de lo que hoy es el Banco de México, fue una explanada que hizo el hombre, porque mire hacia donde quiera, vera bajadas y subidas, pero nunca plano.

Con el tiempo y el tránsito de Xalapa, al Parqué Juárez le tuvieron que quitar un pedazo para alargar la calle Allende, donde se aprecian las esculturas de las virtudes, seguida de la construcción de la balaustrada.

De nuevo el tráfico obligó al gobernador Rafael Murillo, en los años setenta, a realizar un túnel debajo de lo que era el convento de San Francisco o Parque Juárez, para agilizar la circulación de la ciudad. Después se construyó a un costado del parque un edificio viendo hacia el cofre de Perote, lo que obligó al antropólogo Arturo Williams a protestar ya que el adefesio le quitaba vista a las hermosas montañas que nos rodeaban.

Para que no hubiera pleitos Miguel Alemán, quitó las oficinas públicas y puso la biblioteca Carlos Fuentes y prometió realizar una obra donde se diera vida a las calles y rehabilitar el Paseo de los Lagos.

Nadie critica a los seres humanos que tengan diferentes preferencias sexuales. Que hagan de su cuerpo lo que quieran y los demás tenemos que respetarlo, pero cuando se mezcla el lesbianismo con poder, llevando una vida escandalosa con dinero público, pero sobre todo afectando a terceros, solo queda señalar que las cosas no están bien.

Anoche hubo una discusión en nuestra redacción sobre si ponerle a Elizabeth Morales “Marimacho”, ya que es público que le gustan las mujeres, se pasea con ellas y les pone casas, pero eso no afecta como alcalde a su sexualidad, sino el daño cuando aparte de su fortuna mal habida, hace destrozos en el Parque Juárez y así como en otras partes de la ciudad, afectando a terceros.

Se le puso “marimacho” porque se llegó a la conclusión que la alcaldesa había rebasado su vida privada al hacerla pública, además que cuando se pelean entre ellos, se dicen palabras obscenas que no se publican en esta columna.

Qué importancia tiene que lleve a su novia Shariffe Osman en yate, ni que le lleve serenata y le regale muchas flores. Que sea asidua asistente a un bar gay en Las Trancas. Pero sí nos importa cuando en la comisión del Deporte pone a su padre el conocido político Eligio Morales. A su madre la trae de arriba para abajo en el DIF municipal, como presidenta del patronato, y además tenga como directora del organismo a su también novia Michelle Servín.

La pregunta es si estos lujos --aparte de las casas que se hizo en Xalapa y en Emiliano Zapata-- ¿salieron del sueldo de Elizabeth Morales?

Con el lesbianismo, el dinero mal habido y la prepotencia, a la señorita alcalde se le ocurrió pintar el túnel que hizo Rafael Murillo, que sólo aprecia usted de noche con el peligro que le pegue otro vehículo por detrás. Siguió su proyecto de conectar al Parque Juárez con El Paseo de Los Lagos, antiguo asentamiento de una fábrica de hilados y tejidos. Pues a meses que le faltan en el poder, tiene tapado el centro histórico y los lagos huelen a caca porque todavía hay drenajes que descargan en el lugar.

Pero lo que más públicamente le está afectando, es que sin pedir permiso a nadie --ya que hay un comité de conservación del centro histórico, además la autoridad del INAH-- construye unos juegos para niños pequeños con la figura de Quetzalcóatl en los jardines del Parque Juárez, quitando los pastos para contemplar la naturaleza y para que los niños jugaran con seguridad. Con el Quetzalcóatl, los niños se pierden de los padres. Es de necios pedirle a alguien por los niños cuando no los tiene.

Como Elizabeth Morales es dueña de la ciudad, queriendo que su Quetzacoalth luciera, metió maquinaria y destruyeron la balestra que acompaña las estatuas de las virtudes.

En tres años ha planeado todo y en todo fracasa. Pavimenta una calle con niños que votarán en el futuro con mis nietos. Quiso cerrar el centro histórico. Ahora, a meses de salir, va a poner orden en el tráfico; todos en Xalapa tienen su estacionamiento particular en la vía pública. Elizabeth es signo de fracaso en Xalapa, pero lo que más nos intriga es quién la protege.

Le dieron la candidatura a la alcaldía por el PRI a su novia Shariffe Osman en Emiliano Zapata. Metieron como síndica del ayuntamiento de Xalapa a Michelle Servín, y ambas sólo tienen el mérito de ser las amantes de Elizabeth Morales. Su protector, de seguro, cojea de lo mismo. ¿En qué ayuda Elizabeth al PRI en Xalapa?