Localismo empobrecedor
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2014-06-12
Personas dignas de crédito, conocidos míos, me confirman que, en efecto, el ex secretario de Gobierno y ex Procurador General de la República, Ignacio Rey Morales Lechuga, pozarricense, va en pos de una candidatura a la diputación federal, y ya se disponen a trabajar para él.
No me dan detalles si Nacho va a entrar en el altiplano a la puja por una nominación plurinominal o si piensa buscar el apoyo de su partido para aterrizar como abanderado por su distrito. Lógicamente, me dicen, si cuaja su aspiración, desde ahí trataría de brincar a la pelea por la “grande” del estado para 2016.
Morales Lechuga comenzaría por hacerse presente cada vez más en la prensa veracruzana. Sabe el papel que en estos casos juega la prensa y sabe muy bien que eso cuesta. Recursos para ello los tiene suficientes, además, claro, de buenas relaciones con el equipo peñista.
Ayer, en San Andrés Tuxtla, hizo su aparición otro posible candidato también a diputado federal que, según quienes lo conocen, buscaría entrar por el distrito de Acayucan: Oswaldo Cházaro Montalvo, presidente de la Confederación Nacional Ganadera, y quien toda su vida a estado ligado al campo, tanto en el estado como en el plano nacional.
Lo que llama la atención es que Oswaldo, con fuerte presencia y muy querido en la prensa del puerto de Veracruz, estuvo en un foro ganadero organizado en torno al senador Pepe Yunes, o sea, se entendería que fue a apuntalar al político de Perote, y de paso llevó con él al dirigente ganadero del centro del estado, Jesús Ortega Couttolenc.
Tanto Nacho como Oswaldo son figuras relevantes en el priismo y tienen peso, uno por su trayectoria y el otro por la organización que preside, como para lograr una nominación.
En las mismas condiciones estaría, si él se decidiera y lo pidiera en la capital del país, Jorge Uscanga Escobar, ahora funcionario en la SEP, fuertemente vinculado al secretario Emilio Chuayffet Chemor, también con un impresionante curriculum prácticamente en casi todos los puestos públicos y quien se mantiene en la política activa. Jorge buscaría la senaduría y después también la gubernatura.
Del Gobierno del estado, Adolfo Mota Hernández está trabajando en el distrito de Xalapa Rural, pero seguramente ha buscando apalancarse con el líder de la fracción parlamentaria priista en el Senado, Emilio Gamboa Patrón; otro, Jorge Carvallo Delfín, tiene fuertes relaciones con el equipo peñista en la Presidencia (alguna vez he sido testigo de ello), aunque en su caso deberá apretar fuerte el paso en el distrito de los Tuxtlas pues, según me dijeron hace poco que estuve allá, está peleado con casi todos e incuso han acuñado la frase de “el que puede ser (o sea él) o el que puede ganar (en alusión a Vicente Benítez González, ahora oficial mayor de la SEV, nativo de Catemaco)”.
Con una visión muy local –el entonces presidente José López Portillo habló de un “localismo empobrecedor” cuando Pepe Valencia Sánchez, entonces reportero del Diario de Xalapa, le preguntó en exclusiva el 6 de enero de 1980 en el aeropuerto de Veracruz al presidente José López Portillo si el estado ya estaba preparado para tener un candidato a gobernador que no viniera de la Ciudad de México sino que saliera de los políticos locales (sonaban entonces Carlos Brito Gómez y Fernando García Barna)–; con una visión muy local, decía, hay quienes piensan que las posiciones ya se repartieron y están aseguradas para miembros del gabinete estatal o para algunos políticos allegados al Palacio de Gobierno. No tienen idea, o no recuerdan, cómo resuelve el priismo en el poder cuando se trata de este proceso electoral.
Las candidaturas se reparten; se asignan a sectores, a organizaciones (los petroleros impondrán en Minatitlán o en Poza Rica); son las llamadas cuotas de poder. Salvo una posición que le dan, o dos cuando mucho, no son candidatos del gobernador en turno, pero éste tiene la obligación de sacarlos adelante, de ganar para su partido y para el Presidente.
Si alguno o algunos están pensando que sólo bastará la amistad o la cercanía con el inquilino del Palacio de Gobierno, no deben olvidar lo que acaba de declarar Peña Nieto al diario El País y que se publicó el lunes, entrevista previa a su visita a España: que el Presidente no tiene amigos. Peña no optará por los recomendados, sino por los que piense él que tienen mejor trayectoria, más méritos, aceptación ciudadana, que no estén cuestionados, que respondan mejor a los nuevos tiempos políticos que está forjando.
Acaso esta posibilidad de que no lleguen quienes se pensó que serían los próximos candidatos fue lo que indujo a que la iniciativa de un nuevo Código Electoral para el estado contemple la posibilidad de que funcionarios públicos busquen postularse sin respaldo de partidos políticos y si no obtienen su registro puedan reincorporarse a su cargo. O sea, ya les están tendiendo su colchoncito para que caigan en lo blandito cuando les digan que nones. Eso hará a que en los despachos quede un encargado a la espera de que retorne a la cálida nómina el que no pudo. ¿O no?
Cancuneando
Mientras, prácticamente el pleno de diputados locales se fue desde ayer a Cancún para participar desde hoy y el fin de semana en la cuarta asamblea plenaria de la Conferencia Permanente de los Congresos Locales. Realmente, lo más interesante será la conferencia que dictará este jueves el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sobre las Reformas Estructurales, y mañana la del presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova Vianello, sobre la Reforma Electoral, que no será otra cosa más que tirarles línea a los dipus para que adecuen los marcos legales de sus estados con la reforma política-electoral.
A propósito, me llamó mucho la atención la declaración del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Nicolás Callejas Arroyo, de que en el estado sí va a haber reelección (de senadores, de diputados locales, de presidentes municipales, síndicos y regidores), no obstante que en la iniciativa que envió el gobernador Javier Duarte a la Legislatura no se contempla dicha figura legal.
“Hay leyes que se cumplen, aunque no vengan. Es una figura que se contempla en la ley federal y lo estatal no está por encima de eso”. Habló, sin duda, la voz de la experiencia, de quien ha coordinado a la diputación veracruzana en el Congreso federal. Es un hombre que quiere bien y que ayuda al joven gobernador, pues no le aplaude todo aunque esté mal y por el contrario se dispone a corregir una omisión acaso involuntaria, pues ciertamente no se puede ir contra un mandato federal so pena de una controversia constitucional más todo el golpeteo mediático que ello implica.
A Juan Nicolás, por cierto, lo saludé la noche del martes en el funeral de la señora madre (doña Guadalupe Sánchez Bravo) del diputado Francisco Garrido Sánchez, y me dio gusto verlo bien, muy bien de salud, luego de que en el sexenio pasado anduvo muy ponchado con su salud.