¿Héctor, Pepe o Miguel, candidatos independientes?

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-06-16


¿Te imaginas lector, en especial si te interesa la política, a José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla, a Héctor Yunes Landa o a Miguel Ángel Yunes Linares, cualquiera de los tres, o al menos dos de ellos, como candidatos independientes a la gubernatura del estado para el año 2016?
Si el PRI optara por Pepe, su “tío” Héctor, que presume de ir arriba en las encuestas, en lugar de buscar cobijo en el PAN, o en el PRD, o en alguna coalición de partidos de izquierda, para que no lo llamaran traidor los tricolores podría optar por una candidatura independiente.
El mismo caso podría ser si Héctor fuera el agraciado en la tómbola sucesoria priista y su “sobrino” Pepe, en la creencia de que las tiene todas consigo para triunfar, optara por el mismo camino independiente y decidiera competirle.
Ya no se diga de Miguel Ángel, primo de Héctor y “tío” de Pepe, si por esas maniobras al interior de su partido, el PAN, que lo han dejado fuera de posiciones como cuando lo bloquearon para que no alcanzara una diputación local plurinominal, no alcanzara la nominación blanquiazul para contender por la gubernatura y participara como candidato independiente.
Los cito como ejemplo porque es indudable que son los mejor posicionados para suceder en el cargo a Javier Duarte de Ochoa y los que más presencia tienen entre los militantes de sus partidos y el electorado veracruzano en general, pero, además, porque cubrirían los requisitos que se exigen y tienen recursos económicos para una empresa política de gran envergadura.
Estos casos hipotéticos podrían cobrar realidad de aprobarse como fue enviada al Congreso local la iniciativa con proyecto de decreto de un nuevo Código Electoral para el Estado de Veracruz que envió el gobernador el pasado 9 de junio.
El Libro Quinto de la iniciativa está dedicado a las candidaturas independientes, que a partir de su Capítulo I regula este tipo de candidaturas para gobernador, diputados de mayoría relativa y presidentes municipales, y abre el derecho a participar y, en su caso, a ser registrados (artículo 270) los ciudadanos que cumplan con los requisitos, condiciones y términos que se fijen.
¿Alguien duda que cualquiera de los tres mencionados no cubriría los requisitos?
Tan solo la aprobación del nuevo Código, tal y como se propone, empezaría a calentar la plaza política de cara a la sucesión y motivaría que se intensificara la movilización que ahora tienen en especial Pepe y Héctor en su condición de senadores, pero también Miguel, quien ha anunciado ya un recorrido por toda la geografía para medirle el agua a los camotes.
Eso garantizaría también que un Yunes sería el nuevo gobernador, ya sea porque llegara por la vía de un partido político, preferentemente del PRI porque seguramente en el PAN tratarían de bloquear al ex director general del ISSSTE, ya por una candidatura independiente, pues conforme pasa el tiempo se fortalecen entre los veracruzanos, que por lo demás ya claman por un cambio de hombres y de nombres.
Cabe pensar que con esta nueva normatividad, acaso los gobiernos priistas (federal y del estado) estarían jugando a la segura, pues si postularan, por ejemplo, oficialmente a Pepe, dándole todo su respaldo, y por alguna circunstancia no alcanzara el triunfo, en caso de competir como candidato independiente Héctor, si en efecto hiciera válido su argumento de que tiene la mayoría y ganara, simple y sencillamente se reincorporaría a su partido, esto es, a las filas oficiales, y de todos modos el priismo continuaría gobernando. Podría ser el caso contrario, con el mismo efecto.
Sin embargo, no deja de ser un factor de riesgo, pues Miguel Ángel no es de los que está esperando a que le den, sino que sólo pide que lo pongan donde hay, porque se sabe despachar solito; es de los políticos a los que no se le puede prestar el balón porque en una de esas dirbla a todos y se va hasta la portería contraria y les anota.
De lo único que tendríamos certeza los ciudadanos es que se daría una contienda abierta, interesante, muy competida, y que ganaría quien de veras conquistara la mayoría de la voluntad de los veracruzanos, o quien estos creyeran que es el mejor para depositarle su confianza y el cuidado de sus intereses y de Veracruz.
Todo lo anterior, claro, en el supuesto de que se apruebe el nuevo Código Electoral tal como lo envió Duarte.
De lo que sí no se se habla en la iniciativa del nuevo Código es de la reelección de presidentes muncipales ni de síndicos y regidores, pues en un párrafo del artículo 16 se señala expresamente que “La elección de ayuntamientos se realizará cada cuatro años”, cuando que en la reforma federal se otorga el derecho de reelección para los munícipes “siempre y cuando el periodo de mandato de los ayuntamientos no sea superior a tres años”.
En esto cabe pensar que más adelante la actual Legislatura echaría abajo el mandato de cuatro años para regresar al de tres, o que en todo caso lo dispondría el próximo gobernador, para beneficiar a los políticos veracruzanos con esa prerrogativa.
Pero habrá que esperar para ver si se hacen ajustes antes de que se vote y apruebe el nuevo ordenamiento electoral local, ya sea porque se quiera hacer correcciones, o porque la oposición logre que se hagan modificaciones.
Ostentación
Yo que casi no me fijo en esos detalles, no dejé de sorprenderme ayer por la ostentación de que hace gala el diputado local panista, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, pues en unas fotografías que se difundieron con un boletín de prensa sobre una declaración suya, luce en ambas manos anillotes, una vistosa pulsera y un reloj ¿rolex?, por supuesto nada de bisutería, oro puro de varios kilates y kilotes, un hombre economicamente poderoso pero que al menos, según leo con alguna periodicidad, eso sí, se la pasa hablando de los pobres por los que dice estar procupado, muy preocupado (¡cof, cof, cof!).
Hombre de zona ganadera (Tantoyuca), de vacunos, ayer, por cierto, tuvo un buen puntacho. Como no hay cosas más importantes que atender en el estado, presentó ante el pleno del Congreso local un pronunciamiento con anteproyecto de punto de acuerdo para abrir ¡salas de lactancia! en los tres poderes y organismos del estado. Como se ve, es un hombre muuuy generoso, pues no se conforma con estar pegado a la ubre… presupuestal, sino que quiere que los lactantes veracruzanos también disfruten de esa práctica. Bon appétit.