¿Con dedicatoria a los Yunes?
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2014-06-18
Según he escuchado voces cercanas a los Yunes (los senadores priistas José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa y el panista Miguel Ángel Yunes Linares, primos estos dos últimos y tíos putativos del primero), el repentino interés por discutir la posibilidad de que en 2016 se pudiera elegir un gobernador para un periodo de sólo dos años con el propósito de empatar la elección presidencial con la del gobernador del estado estaría siendo promovido en forma deliberada y con especial dedicatoria a ellos, ante la inminencia de que cualquiera de los tres pudiera llegar dentro de 30 meses al Palacio de Gobierno y encontrarse con cosas que seguramente no conviene a alguien.
Esta versión pondría bajo sospecha al grupo legislativo del PAN, que encabeza Julen Rementería del Puerto, quien ante el plazo perentorio el 30 de este mes para armonizar el marco legal electoral local con el contenido de la reforma política-electoral aprobada por el Senado de la República el pasado 4 de diciembre, se sacó de pronto de la chistera una propuesta para elegir en 2016 a un gobernador de dos años con el propósito de empatar las elecciones locales con la federales en 2018, con el argumento de reducir costos en la organización de los comicios.
En su oportunidad, tanto Pepe como Héctor salieron a declarar para pronunciarse en contra, e incluso este último escribió y publicó un artículo el domingo pasado en el que señala que “no hay obligación constitucional para homologar todas las elecciones al calendario federal. Existe sólo la obligación (art. 116) de empatar al menos una elección local a la federal” (esto es, que puede ser la de gobernador, la de diputados locales o la de autoridades municipales, pero no obligadamente la primera). El otro interesado, Miguel Ángel, anuncia para este miércoles una conferencia de prensa para fijar su postura sobre el tema.
Al respecto, en su columna “Asuntos Públicos”, Eduardo Coronel Chiu publicó al respecto: “En un extraño movimiento se identifican dos corrientes aparentemente distintas en la promoción. De manera extraoficial, desde la esfera de miembros cercanos al grupo priista gobernante, a través de comentarios en corto y mediante voceros, y de modo formal y legal, por medio del grupo legislativo del PAN en el Congreso local, cuya iniciativa de reforma constitucional expresamente la contiene. Unos la evalúan supuestamente como ‘estrategia electoral’ y los otros con una errónea interpretación de que el ajuste del periodo deriva obligatoriamente de la reforma federal a fin de hacer concurrente a partir de 2018 la elección de gobernador con la de presidente de la República”.
La sospecha de los Yunes sobre la dedicatoria que tendría para ellos tal propuesta se fortalecería con la declaración-anuncio que hizo ayer el dirigente estatal “rojo” del Partido de la Revolución Democrática, Sergio Rodríguez Cortés, de que sus siglas presentarán una iniciativa de reforma para que en 2016 el Congreso local nombre una “gubernatura de transición”, incluidos los integrantes del gabinete, gubernatura de “coalición conformada por las fuerzas políticas de la entidad”, lo que buscaría impedir una elección constitucional y colocar en el Palacio de Gobierno a alguien a modo que no llegara a remover nada.
Uno de los dos Yunes priistas me transmitió expresamente el pasado fin de semana que en forma oportuna había salido a declarar su rechazo a la idea para que de una vez por todas se sepa lo que piensa al respecto, y que no permitirá ningún manipuleo que violente la norma legal.
En medio de todo esto, leí ayer el boletín de prensa del senador Pepe Yunes, quien anduvo por Atzalan-Tlapacoyan (en la región de Martínez de la Torre, en el centro del estado, para mis lectores del restado de la entidad), y queda claro que al margen del tema se conduce en forma totalmente institucional, pues tuvo palabras de reconocimiento tanto para el presidente Peña Nieto como para el gobernador Duarte de Ochoa.
Pero también me llamó la atención la declaración del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien coincidió con lo que apuntó el domingo el senador Héctor Yunes: “Respecto a lo que ley federal dicta sobre la concurrencia de las elecciones, explicó que no se refiere específicamente a una elección: ‘puede ser la Gubernatura, las presidencias municipales o el Congreso del Estado. Cuando menos una debe homologarse con el proceso federal, para 2018’”, dice un párrafo del boletín respectivo.
El misanteco también fue claro: en Veracruz la fecha para reformar la Constitución del estado es junio de 2015, noventa días antes de la elección local, y señaló que “Aún no puedo decir cuál de los tres procesos sería, porque puede ser también una Gubernatura de ocho años, en lugar de dos”, lo cual tiene sentido común si de ahorrar se trata, pues no tendría caso gastar para una elección en 2016 y luego otra en 2018, cuando se podría hacer una sola para un gobierno extraordinario de ocho años.
Julen y su grupo, pues, quiere gubernatura de dos años; el PRD, ¿rojo?, una gubernatura de transición, ¿y que dice al respecto la dirigente estatal del PRI, Elízabeth Morales García?: que su partido está listo para competir en el próximo proceso electoral con las nuevas reglas que aprueben los diputados locales “y que el partido acatará y respetará”.
Según un boletín de prensa que emitió el domingo por la noche, “Afirmó que en materia electoral lo que viene a Veracruz le conviene, pues la Iniciativa con Proyecto de Decreto del nuevo Código Electoral para el Estado de Veracruz que el gobernador Javier Duarte de Ochoa envió la semana pasada a la LXIII Legislatura del estado, define normas para garantizar la legalidad y constitucionalidad de todas las actividades electorales a través de un sistema de medios de impugnación en el que se incluyen por ejemplo nuevas reglas para declarar, eventualmente, la nulidad de una elección”.
El tema lo metió el grupo legislativo del PAN en la agenda mediática y, qué cosas, alcanzó ya hasta las iglesias: la católica, por medio de su vocero, José Manuel Suazo Reyes, está en desacuerdo con la gubernatura de dos años, mientras que la evangelista, al menos la de Guillermo Trujillo Álvarez, porque hay algunas que no lo reconocen, ya se pronunció a favor.
Por lo pronto, Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien pastorea a la mayoría en el Congreso local, ha sido ya concluyente: primero habrá de aprobarse el Código Electoral de Veracruz y después se entrará al tema de la reforma a la Constitución Política local (nota de Javier Salas Hernández, de alcalorpolitico.com). Habrá, pues, que esperar a junio de 2015, para ver si continúa el calambre a los Yunes.