POLITÉCNICO EN GUILLERMO PRIETO

La destacada profesionista, Yolanda Sagrero, con dos maestrías en su haber académico, fundadora del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Coatzacoalcos (ITESCO), continua en su labor innovadora para impulsar la educación científica, ahora a través del Comité Pro Fundación de la Universidad Politécnica de Guillermo Prieto.
Desde hace poco menos de una década, los pobladores del ejido Guillermo Prieto planteaban al gobierno del estado la inquietud y la necesidad de crear un bachillerato tecnológico, además de un plantel de estudios superiores con vocación industrial y agropecuaria, para ello, ya tenían la donación de una parcela.
Ahora, todo parece indicar que ese proyecto va por buen camino, de la mano y directriz de Yolanda Sagrero, una profesionista con experiencia y capacidad comprobada, forjada en el trabajo académico y administrativo desde los inicios del ITESCO, a lado de Arturo Martínez Vega.
Hace un par de semana, durante el evento estatal de emprendedores en el Word Trade Center de Boca del Rio, Yolanda Sagrero logro plantear este anteproyecto al mandatario veracruzano, que obviamente tuvo la aceptación, ahora corresponde al gobierno de Coatzacoalcos darle el impulso necesario para su cristalización.
En su momento, los pobladores de los ejidos (Colorado, Guillermo Prieto, La Esperanza, Francisco Villa, entre otros) desecharon la posibilidad de crear una simple extensión del ITESCO, por diversas razones, ahora con el anteproyecto de la ex académica, Yolanda Sagrero, pueden crear su propio tecnológico.
FRAUDE EN EL STPRM
Desde diciembre del 2012, a través de este mismo espacio periodístico (CONTEXTO POLITICO) se hizo publico la denuncia contra varios funcionarios sindicales de la Sección 11, del STPRM, con sede en el municipio de Nanchital, por la venta de plazas y trafico de fichas, encuadrado en el presunto delito de fraude.
Denuncia presentada en la Agencia Cuarta del Ministerio Público, en ese entonces por estar directamente involucrada Carmen Hortensia del Rio Carrizosa, funcionaria cercana y de suma confianza de Ramón Hernández Toledo, vetusto líder la Sección 11, la denuncia parecía estar congelada y reservada, así trascendió en su momento.
Ahora con la aprehensión de Guillermo Carrasco Orueta, y la posible captura de los otros implicados: Armando Bartolón López, Sergio Santiago, Romeo Sulvaran Mateo y principalmente Carmen Hortensia del Rio Carrizosa, significa que se les acabo el “manto protector” del STPRM, y tendrán que pagar por sus fechorías.
OTRA PIFIA DE LA PGJ
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Veracruz, va de mal en peor, fabricando culpables ante la incapacidad e ineficiencia de sus elementos para las indagatorias, primero fueron los cuatro trabajadores electricistas, acusados de asesinar al pastor evangélico, Claudio Martínez, mismos que ya salieron libres.
Ahora, hace un par de semanas, los cinco trabajadores ferrocarrileros, pertenecientes a la Sección 39, del STFRM, acusados presuntamente de asesinar a varios indocumentados el pasado 10 de abril, cerca de la Estación Gaitán, en el municipio de Huimanguillo, Tabasco, también salieron libres del penal Pacho Viejo.
Bajo la causa penal 26/2014, los ferrocarrileros: Juan Carlos Celaya Rivera (garrotero de camino), Gilberto Zarate Alfaro (maquinista de camino), Alfredo Carrasco Cruz (jefe de tren), Manuel Santos Cruz (garrotero de camino) y Leonel Esquivel Gómez (jefe de terminal de Coatzacoalcos) les dictaron auto de formal prisión el 12 de abril.
Pese a que la parte defensora demostró que los presuntos cinco inculpados no formaban parte de la tripulación que iban a bordo del tren, durante la agresión que sufrieron los indocumentados por gente de la Delincuencia Organizada, los policías estatales hicieron las indagatorias y acomodaron todo para incriminarlos.
La orden fue precisa, había que demostrar que el gobierno de Veracruz cumplía con la protección a los migrantes, sin importar que se fabricaran culpables, por eso, la excarcelación de los cinco ferrocarrileros se dio en completo hermetismo, nadie se dio por enterado, por así convenir a los intereses en la procuración de justicia.
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