LA LISTA DE MUERTOS

Era director del "Diario Notisur” de Coatzacoalcos, vivía en un departamento en Minatitlán y una noche me visito el “Jefe”.

Hablamos de todo y de nada, solamente me quería saludar. Le invité una copa y un café, pero no aceptó. Un día me habló por Nextel y me invitó a desayunar en un restaurante entre el aeropuerto de Canticas y Minatitlán.

Le manifesté que llegaría después de estar en el programa matutino de OLMECATV de Coatzacoalcos denominado “La Noticia en el Café”, programa de mucho éxito, como lo es ahora el NOTISUR. Salí de la televisora y me dirigí al restaurante, no sin preguntarme qué le picaba al amigo.

Llegué solo y él estaba sentado. Ya había pedido unos huevos con caldo de gallina. Son de esos lugares que los expertos conocen bien, porque se come rico y se puede platicar. Con su experiencia internacional, de embajadas y ámbitos de seguridad que rozan con los militares, sabe lo que es la discreción y la habilidad de actuar con naturalidad. No necesitaba estar armado, pese a su impresionante hoja de vida; su arma más letal es la información.

Nos conocimos desde hace rato, pero no habíamos tenido la oportunidad de sentarnos a platicar. Por coincidencias de la vida, no situamos en el sur de Veracruz al mismo tiempo. Nos saludamos, nos preguntamos de la vida.

Después de los saludos, casi me acomodaba, cuando vino la pregunta a bocajarro.

--¿Conoces a Miguel Ángel Yunes Linares?
--Sí, éramos dirigentes de la CNOP estatal, él de los grandes y yo de los jóvenes, pero no salimos bien porque no me presté a destituir a mi dirigente municipal de Córdoba, ya que el gobernador Rafael Hernández Ochoa,quería que fuera presidente municipal Juan Herrera Marín y mi dirigente municipal apoyaba a Dante Delgado. Eso fue en 1979. Perdimos. En ese entonces, Miguel me tachó de traidor ante el gobernador, quien amando a tantos a los jóvenes, hasta me quitó el habla. Me fui a la campaña de Agustín Acosta Lagunes y supe ser institucional y Miguel lo sabe.

Proseguí: “Puras porras para la CNOP, que sin querer molestaban al candidato, porque no sabía que no quería al de Soledad de Doblado… Llegando al poder Agustín Acosta Lagunes, lo primero que hizo fue meter a la cárcel a Francisco López Lara y José Luis Lobato Campos. El primero era jefe en patrimonio del estado con Miguel, y el segundo era amigo personal del choleño, ex director del IPE de Veracruz”.

Sorbó de café: “Miguel Ángel Yunes era diputado local. Hizo su rabieta en el Congreso del Estado y pidió permiso para huir de la furia de Acosta Lagunes, como es su costumbre de ser traidor. La traición la conocí pocos años después. A principio de 1981, fui secretario particular del presidente del PRI estatal, Demetrio Ruiz Malerva. Miguel se había cobijado con el hombre de Tuxpan, pero para hablar con Demetrio tenía que pasar por mí. Nunca lo negué y mi jefe y amigo le agradaba Miguel”.

“El día 26 de julio de 1986, por equivocación mataron en Álamo Veracruz a Demetrio, los hermanos Rodríguez Franco, autores de los crímenes políticos de los últimos años en el norte de Veracruz. La Policía de Veracruz agarró a los hermanos que mataron al tres veces diputado federal y amigo personal de Carlos Salinas de Gortari. En 1992, Yunes regresa a Veracruz encabezando la campaña del próximo gobernador Patricio Chirinos. Llegando al poder en la Secretaría de Gobierno, lo primero que hizo fue liberar a los asesinos de Demetrio”.

“Para confirmar su traición, en 1994, los Rodríguez Franco, bajos las órdenes de Yunes, invadieron el rancho de Ángel Álvaro Peña, ex jefe de Giras Presidenciales, quien había manifestado querer ser alcalde por el PRD en Tuxpan Bueno, hasta dos cadáveres le sembraron al ex secretario de Turismo. Ángel era amigo de Demetrio”.

“Ya a esas alturas, nadaba en aguas profundas trabajando para la seguridad nacional. Cuando Yunes mete a la cárcel a Dante Delgado en 1996, dirigía el periódico EL LIBERAL de Coatzacoalcos. Miguel pidió mi cabeza porque me había atrevido a recibir en mis oficinas al candidato del PRI al Senado, Dionisio Pérez Jácome, en 1997. Caí, me regresé a Xalapa y Miguel comete el error de jugársela todo por el todo por la gubernatura y se regresa a ser presidente del PRI, donde pierde 107 alcaldías que lo obligan a renunciar. Yo me integro a la dirección de Gobernación en el último año del gobernador Patricio Chirinos, al lado de mi amigo José Luis Salas Torres, lo que significó el fin de mi carrera política que yo había escogido desde casi niño”.

Concluyo mi larga respuesta: “Debo reconocer en esos años a pesar de todas sus acciones, Miguel tenía palabra de honor de no meterse con la familia, cosa que respeto, aunque se molestó por un reportaje sobre su esposa que es mi paisana. Nuca quise ofender a su esposa, pero expliqué el origen de sus apellidos”.

Hasta ahí le contesté al hombre de información. Era el año 2008.

Él, con mucha experiencia, me dejó decir todo lo de Yunes y después habló. “Mira: Yunes se reunió con el Cártel del Golfo y les dijo que iba ser gobernador de Veracruz por órdenes de Felipe Calderón y que no iban a tener problemas con él”.

Le contesté irónico: “Cómo van a confiar en Yunes, si tiene una vida de traiciones”. Replicó que estaban acostumbrados a ser perseguidos; pero lo que más me marcó de esa conversación fue que “no era asunto de ‘aquellos’, pero que había una lista de muertos entre los que se incluía a Margarito Montes Parra.

Me quedé callado, desconcertado.

Esa mañana nos despedimos sin más comentarios. Ya no lo volví a ver. De esa charla se cumplió lo de Margarito Montes Parra, a quien asesinaron en Sonora con toda y su familia. Montes Parra era aliado del PRI en la Cuenca del Papaloapan (tanto que una de sus gentes más cercana es actual suplente de la candidata del PRI a la diputación federal por Cosamaloapan).

Yunes, fue candidato del PAN, como se lo confesó al Cártel del Golfo, pero perdió. La lista de muertos todavía está vigente.

En ese 2008, un amigo me invita a México para saludar al senador Manlio Fabio Beltrones, cosa que me gustó porque conocería a unos de los hombres emblemáticos de la inteligencia. El senador nunca llegó y mi amigo me invitó a comer a donde coincidentemente llegó Enrique Ampudia Melo, quien había sido director de Gobernación de Veracruz cuando Yunes fue secretario de Gobierno.

Se sentó en la mesa y nos manifestó que el candidato para la gubernatura iba a ser Miguel Ángel y que querían como candidato del PRI a la diputación federal por Córdoba a Javier Duarte de Ochoa, quien era el “gallo” de Fidel Herrera Beltrán a la gubernatura de Veracruz. Se ufanó de que iba a hacer ganar a Duarte por el distrito de Córdoba en el 2009.

Con base a esa información y la del “Jefe” con quien desayuné, hemos dicho que ganó la gubernatura él candidato que quería Yunes. Con base a los mismos datos, es de todos ampliamente conocido que Miguel Ángel Yunes Linares, desde el 2006, es el operador político del presidente Felipe Calderón en el estado de Veracruz.

Ahora andan los del PAN con la “vibra” de que se arreglan con los priístas porque se quieren proteger de los ajustes de cuentas. El presidente se entrega con el equipo de Peña Nieto a través de Alejandra Sota, la vocera presidencial, como lo dio a conocer el periodista Carlos Loret de Mola en columna reciente.

Por su parte, Yunes Linares se entrega a Duarte para que gane el PRI en Veracruz, con la condición de que no lo metan a la cárcel y su hijo sea senador en la tercera posición.

Puros cuentos chinos. Felipe Calderón no podrá presumir de popularidad, pero es el único presidente de la república en el México posrevolucionario, que en su último año de poder tiene mucho dinero: el 1 de julio, el PAN va a salir de compras. No importan las encuestas, lo único cierto es que Calderón no va entregar el poder y lo va a ganar a costa de lo que sea.

Ahora con las muertes de periodistas en toda la república, podíamos preguntarnos si en la lista de la que me platicaron en ese 2008 también están periodistas. En Veracruz son varios que se van violentamente. Uno de Acayucan, de plano al notificarles a la familia que habían encontrado el cuerpo, ni se presentaron a reconocerlo por lo que se fue a la fosa común.

Este sábado aparece muerta la corresponsal del semanario PROCESO, en Xalapa, Regina Martínez, estrangulada. En Veracruz todos le lloramos porque era un ser humano impecable, un verdadero monstruo del periodismo y apasionada por su trabajo. Era impensable que alguien le quisiera hacer daño a ella tan menudita, tan tranquila, pacífica, pero sucedió lo funesto.

Es conocido el enfrentamiento entre el semanario PROCESO y la Presidencia de la República. Regina Martínez fue una periodista critica, fue asesinada y se reclama justicia.

Pareciera que la lista de muertos aumentó después del 2008.