TEMBLOR. ANTONIO LUNA ANDRADE, UN PENDEJO

Hoy les voy a pedir disculpas a los vellos que nacen en el pubis y las ingles. Este martes 20 de marzo, la república, la capital del país y estados del sureste, sufrieron un fuerte temblor de 7.9 grados. Altísimo en cuanto a que los daños no son severos.

Describiré una hora antes del fenómeno sísmico en el centro de la capital de Veracruz, Xalapa. A las 11.00 horas, miembros de la Asociación Política Cardenista se manifestaban en la Plaza Lerdo con sus banderas. No bloqueaban el tránsito por lo que notablemente se les agradeció. La circulación de vehículos era normal. En el Palacio de Gobierno no había guardia especial por la manifestación.

El dirigente estatal de la Asociación Cardenista, Antonio Luna Andrade, que se dice contador público, es heredero de las acciones de su padre cuando en 1988 se formo el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, que apoyó a nivel nacional la candidatura para la Presidencia de la República de Cuauhtémoc Cárdenas.

Al formarse el PRD, el Frente desapareció, pero el señor Luna se lo llevó a su natal Córdoba como escudo para iniciar un pequeño movimiento de vendedores ambulantes. Gracias a que en Córdoba vivía el entonces gobernador priísta Dante Delgado, pues recibían apoyos. La llamada hoy “asociación política”, se la ha pasado alabando a los gobernadores priístas.

Con el tiempo se metieron a formar colonias y su despeje político fue con Miguel Alemán y Fidel Herrera Beltrán, porque los utilizaba para hacerles la guerra a los ayuntamientos panistas de Córdoba. Fue tanto el apoyo de los gobiernos priístas, que ahora, con el apoyo de Erik Lagos en la Subsecretaría de Gobierno, ya son asociación política y quieren ser partido político, aliados del PRI, para lo que venga en el futuro.

Según su dirigente Antonio Luna Andrade, quien tiene sus oficinas en Belisario Domínguez # 84, y a quien le gusta comprar en Plaza Américas rodeado de chicas bonitas, su asociación tiene 160 delegaciones en igual número de municipios, 87 oficinas y 112 mil afiliados. Se jacta de que le dio al gobernador Javier Duarte de Ochoa en el 2010 casi 280 mil votos, como si eso se pudiera medir.

Bueno, regresando a este martes, a las 12.02 minutos, se empezó a sentir un temblor que fue subiendo de grados. Las lámparas del Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal se movían. Las campanas de catedral a un costado de la Plaza Lerdo se mecían solas.

El temblor que casi duró un minuto, hizo salir a empleados del palacio de gobierno y municipal, así como de los edificios del centro histórico. Volvió la calma. Con la emoción, todos los que estábamos en el centro oímos un grito de una señora que le pedía a los meseros del café “La Parroquia” frente al Parque Juárez, que pusieran de inmediato el canal 4 MAS del gobierno de Veracruz para saber el reporte de las autoridades. Una conducta buena, primero informase, para sabe como movilizarse.

Nos encontramos a periodistas y nos dimos cuenta que no entraba por un momento los teléfonos públicos, pero entraron rápido en funcionamiento. Los celulares estaban muertos, así como los nexteles que tardaron casi una hora de tener líneas de comunicación. Mientras esto sucedía, los empleados regresaban a sus trabajos, aunque otros se quedaron afuera por temor a la réplica.

Desde el momento del sismo, no había en el centro histórico de Xalapa quien no quisiera saber de su familia, pero no había comunicación y nos vino a la mente el terremoto de la ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, cuando las comunicaciones se cortaron por la mala política de concentrar todo el la capital del país. “¿Qué paso en México?”, nos decíamos.

En esos momentos de desesperación y emergencia, vimos atónitos como la gente de Antonio Luna Andrade bloqueó la avenida Enríquez, paralizando el centro histórico con todo y sus calles, así como sus vehículos con padres de familia desesperados no sólo por no tener posibilidad de hablar por los teléfonos móviles, sino por no poder moverse.

A las 12 salen los niños del kínder. A las 12.30 los niños de primaria. Eran momentos de emergencia que el pendejo de Antonio Luna Andrade no captó, le valía madres todo, gritando sus partidarios sus consignas como si fuera hora de escuchar demandas sociales.

¿Así quieren defender al pueblo de Veracruz?

Fue el sismo más fuerte después del terremoto del 19 de septiembre de 1985, que lleva 9 réplicas; pero el dirigente Luna Andrade, usurpador cardenista, nunca lo sintió, nunca vio el pánico en la gente, no tuvo la sensibilidad de oler el peligro a pesar que ambulancias ya salían aullando del centro histórico, porque hubo gente desmayadas en el centro y en otras partes de la capital de Veracruz.

En este espacio siempre hemos defendido el derecho a manifestarse en Xalapa, a pesar de las críticas de comerciantes y habitantes molestos por tantas manifestaciones, pero Xalapa, por ser capital de Veracruz, debe pagar algo.

Si Juan de la Luz Enríquez, siendo gobernador de Veracruz, no hubiera decidido traerse la capital de Orizaba a Xalapa, tengan la seguridad que Antonio Luna Andrade estaría en la tierra en que naciera Ignacio de la Llave.

Gracias a ser capital tenemos una economía estable. Están las oficinas de gobierno, universidades, comercios etc. Tiene sus ventajas ser capital del estado y no podemos molestarnos porque los ciudadanos protesten y tengan su derecho a la petición como lo consagra la constitución.

Lo que hace falta en Xalapa son grandes obras viales, estudios serios de vialidad o sacar del centro histórico el gobierno del estado, como lo quería el gobernador Miguel Alemán.

Antonio Luna Andrade no tiene con que justificar el bloqueo de la calle Enríquez, alegando que se movieron por el temblor. La Plaza Lerdo es considerada por la Secretaría de Protección Civil, un lugar de protección en caso de sismos o incendios, ya que no pasan cables de altas tensión, ni hay posibilidades que les llegue un material en caso de caer un edificio.

Si el 19 de septiembre de 1985 se sintió la solidaridad humana en la ciudad de México por el terremoto, este martes 20 de marzo del 2012 un pendejo como Antonio Luna Andrade, metió pánico en el centro histórico de Xalapa.

El señor Luna no sabe distinguir entre una manifestación pacífica antes del sismo y su criminal acción después del temblor.

¿Esto ayuda al PRI de Erik Lagos Hernández?

Perdón de nuevo a los vellos púbicos.