DUARTE ATACA A LA MEDUSA DEL NARCO
Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
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30 de MAYO de 2012
César Augusto Vázquez Chagoya
Pasillos del Poder
2012-05-30
El gobernador de Veracruz se echó a cuestas una tarea que puso a temblar a todos en el gobierno estatal, Poder Legislativo, Poder Judicial y ayuntamientos del estado. Decretó que dos veces al año se efectúen pruebas de antidoping a los más altos funcionarios del gobierno que, según el secretario de Salud, son cerca de 3 mil personas.
Ante el anuncio, varios munícipes del estado se sumaron a la medida y algunos cabildos aprobaron el antidoping; legisladores locales dicen que también se lo harán para demostrar que no son drogadictos.
Algunos magistrados del Poder Judicial manifestaron que sólo la prueba aumentará sus costos, pero otros aceptaron la medida que para ellos, como en los cabildos y Poder Legislativo, no es obligatorio hasta ahora, porque el gobernador no tiene legalmente facultades de aplicar una medida fuera de las limitaciones del poder ejecutivo.
La medida de Javier Duarte da en el corazón del narcotráfico, infiltrados en el gobierno del estado. El mandatario lo manejó como un problema de salud y el que resulte positivo, lo van a separar del cargo y algunos pueden llegar a mandarlos a una clínica para que se rehabiliten.
Esto lo decimos nosotros: Javier Duarte de Ochoa pone el antidoping porque va más allá de tomar una medida de salud con los drogadictos, sino que esta siguiendo la mecánica de los delitos.
Una persona en lo particular, en edad productiva y trabajando en la iniciativa privada, que se drogue con cocaína, pastillas o marihuana, se reúne con quienes consumen, hacen sus fiestas, pero no afectan la función publica, aunque (sea como sea) son amigos de los que venden la droga, quienes son la base del crimen organizado: los narcomenudistas o “dealers”, como se le conoce en el argot.
Es tan moderno el sistema de distribución, que a cualquier hora del día te llevan las drogas y a donde quieras, siempre y cuando te conozcan y sepan que tienes dinero. Los datos de a quiénes se las venden, los tienen los criminales, y si les interesa el negocio donde trabaja el drogadicto, sólo les piden el dato de las empresas para la extorsión y el robo.
La droga está metida en todos los sectores sociales y lamentablemente muchos se pasan de droga y se mueren, además que se pueden matar entre ellos cuando combinan alcohol con lo que ingieren.
¿Se puede usted imaginar si los drogadictos están en el gobierno? La medida de Duarte de Ochoa es atacar a la medusa de más de mil cabezas en su gobierno, y es difícil porque es la primera este tipo en el país. Va a aprender, pero el paso es histórico.
En sí un funcionario de gobierno tiene poder de decisión, poco o mucho. Se contacta con la gente de la actividad donde está destinado. Oye conversaciones. En pocas palabras, sabe mucho. Si son consumidores de drogas, están detectados por el crimen organizado y se convierten por su vicio en los principales informantes que van desde los movimientos del gobernador y los operativos que se implementan en todo el estado, sin estar en el área de seguridad.
Pareciera mentira pero hasta un mensajero, el que lleva la papelería de una oficina a otra, puede saber de los contenidos de los oficios y los llevan hasta los criminales, ya sea por dinero o por estar intimidados. Se reafirma: un drogadicto en el gobierno está conectado y trabaja para el crimen organizado.
Afortunadamente la gran mayoría de los funcionarios del gobierno de Veracruz, así como sus empleados, son ajenos a las drogas.
La medida valiente de Javier Duarte de Ochoa se debe extender al Poder Legislativo y más en el Judicial, quienes son los más débiles al ser presionados para dar fallos a favor o en contra en un caso que lleven. Estos funcionarios son presionados, sean drogadictos o no.
En el Poder Legislativo no sólo trabajan los diputados, sino funcionarios vitales que se mezclan en todas las áreas de gobierno. Tanto el Poder Judicial, ayuntamientos y la legislatura, lo menos que pueden hacer es solidarizarse con la medida de Javier Duarte, quien nos ha demostrado que está del lado de la ley y por ese motivo ha expuesto al peligro a todos los que quieren.
Como bien se dice: para limpiar a la sociedad, hay que limpiar al gobierno de Veracruz. Si hay un movimiento juvenil “Todos Somos 132”, por qué no decir “No todos somos drogadictos” y en este movimiento hasta los periodistas le debemos entrar, para que en el estado de Veracruz llegue a ser un movimiento social de rechazo a los criminales.
En este problema que en apariencia es personal y de salud pública, están metidos empresarios, estudiantes, empleados y hasta lavadores del dinero del narcotráfico, etc.
Sea lo que sea es un gran paso de Javier Duarte de Ochoa y todos debemos sumarnos en rechazo al crimen organizado.