DEPENDENCIAS HOMICIDAS

Pasillos del Poder César Augusto Vázquez Chagoya Leanos en www.pasillosdelpoder.com www.enlaceveracruz212.com.mx vazquezchagoya@prodigy.net.mx 31 de JULIO de 2012

César Augusto Vázquez Chagoya

Pasillos del Poder

2012-07-31

No creamos que por omisión de las acciones de las autoridades donde se causan muertos no es homicidio. El país, y en especial el estado de Veracruz, es víctima de la omisión de las dependencias federales como SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) y la STPS (Secretaría de Trabajo y Previsión Social). Estas dependencias, por su nulo actuar, causan muertes de obreros o de población civil.

Petróleos Mexicanos por lo menos cada semana tiene un accidente en el estado de Veracruz. Todas esas veces, la PROFEPA dice que va a investigar y nunca se sabe de sus resolutivos y a lo más que llegan sus castigos son multas, que es como quitarle un pelo de gato a PEMEX.

A lo largo y ancho del estado de Veracruz, con un litoral de 720 kilómetros, estamos llenos de ductos donde corre gasolina, petróleo crudo, gas y combustóleo. Ya no digamos de las instalaciones de complejos petroquímicos en Nanchital, Cosoleacaque, Poza Rica y una gran refinería en Minatitlán, además de estaciones de bombeo en varios puntos del estado.

Nos han matado población civil por todas partes; nos contaminan todos nuestros ríos y lagunas; echan a perder miles de hectáreas de cultivo y nuestras poblaciones viven con el Jesús en la boca porque ni los de PEMEX saben qué ductos sirven o están en desuso llenos de combustibles.

La PROFEPA tampoco vigila los ingenios azucareros, hoteles, instalaciones gaseras, gasolineras, alcoholeras e industrias en general. Por su parte, la SEMARNAT no investiga el desastre ecológico que causa Materias Primas Monterrey en Jáltipan con la extracción en una mina abierta de arena sílica para hacer vidrios.

Ahí en Jáltipan, en pleno poblado, está la muestra de lo que ocasiona una mina de cielo abierto, que tanto nos recomienda el secretario de Energía, Bruno Ferrari, entregado el patrimonio a los consorcios mineros de Canadá.

SEMARNAT no detiene las actividades de otra mina a cielo abierto llamada “Caballo Blanco”, en el centro de Veracruz, en los municipios de Alto Lucero y Actopan, para extraer oro. Es un lugar histórico porque es la zona donde hay vestigios arqueológicos y se da el primer asentamiento español en la llamada Villa Rica, cerca de la planta nuclear de Laguna Verde.

“Caballo Blanco” significa la destrucción de vegetación que no existe en otras partes del mundo; alejará la migración de miles de aves en el verano, pero lo más grave es que los cerros que dan el agua a la región se verán contaminados.

Por cierto que la industria minera nacional duplicó su producción de oro y plata, pero el dinero salió del país porque la mayoría de las empresas son extranjeras.

La SEMARNAT se va por lo fácil en sólo realizar cada año estudios de las playas de Veracruz y dar permiso a los palaperos para que instalen sus restaurantes en nuestras costas. Los cambios de uso de suelo, aunque afecten el medio ambiente, se entregan como quitarse un calzón deslavado de Chedraui.

En años anteriores, para contrarrestar las campañas en contra de playas veracruzanas, funcionarios del gobierno del estado y municipales se bañaban en las playas que la SEMARNAT publicita a nivel nacional como sucias, pero este verano no lo hicieron. No vayan a salir con que están muy panzones, con piernas flacas y pálidas, celulíticos, o que sus calzones tienen hoyos porque los lavaron con almidón, para que no quieran salir en los diarios y en la televisión: SEMARNAT pone en primer lugar nacional de playas sucias a Veracruz.

Dicen empresarios que las playas están sucias porque las plantas de desechos residuales del gobierno son pura chatarra, siendo que todos los hoteleros tienen sus plantas de tratamiento. Eso es mentira.

Desde el gobierno de Agustín Acosta Lagunes se han invertido millonarias cantidades para solucionar el problema del drenaje y las plantas de tratamiento para que la bahía del puerto de Veracruz no huela a taza de baño, pero mientras los fraccionamientos, hoteles o aquellas industrias que manejen desechos, no pongan sus plantas de tratamiento, habrá partes de la bahía que estén sucias.

En cuanto a la Secretaría del Trabajo, es de chiste cruel que sus inspectores digan que los trabajadores de las industrias en Veracruz laboran en condiciones adecuadas: muertos en PEMEX; en la destiladora de Orizaba “Monterrosa”, con 4 muertos y decena de heridos el 2 de abril del 2011, que no mereció ni la mirada piadosa del entonces secretario de Trabajo, Javier Lozano, quien se encontraba en esos momentos en Veracruz.

Ya ni hablar de los mineros muertos en Coahuila, donde la STPS dice que supervisa las condiciones de trabajo, pero que los dueños no les hacen caso y no tienen posibilidades de clausurarlos.

Sólo en Pasta de Conchos con 63 muertos; Sabinas, 14 muertos y los últimos en Muzquiz con 7 muertos y otros que sería largo de enumerar. Los mineros están peor que en el Porfiriato y lo más que dice la Secretaría de Trabajo es que ya tienen 700 inspectores. ¿Esto alcanza para toda la república mientras en sus oficinas se toman el café con pan cómodamente?

En Veracruz, el 13 de julio de este año, murieron por gases 7 trabajadores en la zona industrial de Iztaczoquitlán. Dicen que ya habían sido revisados por la Secretaría de Trabajo. El primer trabajador entró protegido con botas de hule. Antes que de llegara la autoridad ministerial para dar fe de los hechos, los de la empresa “Tenería Company” los lavaron y les pusieron guantes. Toda una burla.

Que todo lo anterior pase en pleno siglo XXI en México, es de puro cinismo para entrar en actitudes de homicidas por omisión.

En las tres dependencias, la rueda de la corrupción camina correctamente, mientras los industriales de todo rango evaden las leyes laborales, además se hacen millonarios. ¿Para esto se hizo la revolución?

CUENTITO: Entre los que andan de huidas son el político José Luis Pérez Fraga, de Veracruz, y los empresarios José Covarrubias Maldonado, en Acayucan, y en Minatitlán, Emilio de la Maza Santoprieto. Los de la Secretaría de Salud, de Pablo Anaya, andan tras sus huesos, todo porque los amigos de los tres los llaman cariñosamente “Pollos”. Brigadas encapuchadas los quieren vacunar a fuerzas porque consideran que pueden ser portadores de la gripe aviar, que causa estragos en Jalisco. ¡Uuuufff! Cuídense los demás “pollos”.

HISTORIA: Don Agustín Acosta Lagunes, gobernador de Veracruz de 1980 al 86, convenció a los habitantes del poblado Tenochtitlan, de Texistepec, para que cabezas olmecas que se encuentran en el lugar se exhibieran en el Museo de Antropología de Xalapa. El poblado se encuentra en una margen del río Coatzacoalcos, pero no las podían sacar con lanchones de la Azufrera Panamericana de Jáltipan, porque el nivel del río estaba muy bajo. Era tanta la obsesión del gobernante de culminar su sexenio con el gran museo, que les prometió hacerles una carretera de 10 kilómetros sobre el pantano para que se unieran con Texistepec y la energía eléctrica, que se las cumplió, menos el arreglarles la iglesia. Hoy las monumentales cabezas olmecas están en Xalapa, y la UNAM ya puso un museo de sitio en San Lorenzo y tiene un centro de estudios de la cultura olmeca en la congregación de Mapachapa, en Minatitlán.