ESPERANZA PARA EL SUR

Pasillos del Poder César Augusto Vázquez Chagoya Leanos en www.pasillosdelpoder.com www.enlaceveracruz212.com.mx vazquezchagoya@prodigy.net.mx 12 de MAYO de 2013

César Augusto Vázquez Chagoya

Pasillos del Poder

2013-05-12

En el sur de Veracruz se revive la esperanza de poder realizar las actividades normales de cada ser humano. Desde Cosamaloapan hasta Las Choapas han estado bajo el dominio de los maleantes y los daños son incuantificables tanto en muertos como en daño a la economía.

El sur del estado de Veracruz siempre ha sido gobernada por gente armada, pero identificada por su vida social abierta, porque siempre se defendían de sus enemigos y no se metían con los demás.

La región estaba quieta, siempre y cuando a nadie se le ocurriera jalar el gatillo; pero hace más de ocho años se vino a agregar el crimen organizado, que, como la medusa, tiene mil caras encapuchadas.

Los grupos armados conocidos, a los que se opusieron a ellos, los mataron, porque muchos de sus enemigos naturales se volvieron aliados del crimen organizado, por lo que subsisten hasta ahora y aspiran al poder municipal.

La región de Cosamaloapan, qué decir. Una violencia nunca vista. Ya se confunde a los delincuentes con los políticos, siendo la muerte pan de cada día. Tierra de pistoleros. Por décadas, quemas de casa con familias enteras adentro y venganzas que no terminan.

Muerte de los principales políticos de la región de Santiago Tuxtla, especialmente la zona en la zona ganadera y piñera. Desde ahora el crimen exige, para ganar las elecciones, que se comprometan a entregar el mando policiaco y las principales obras públicas. Ya tienen hasta sus compañías dispuestas a la extorsión por los cuatro años que vienen.

En la región de Acayucan se han perdido vidas humanas, levantones para la extorsión; la muerte de dos periodistas; secuestro de los gerentes de banco para ya no investigar a los que tienen dinero; ahí descubrieron que éstos son los médicos, quienes son secuestrados, extorsionados o asesinados.

En la región de Minatitlán, por años han vivido los maleantes. Es un paraíso que por un tiempo la policía podría andar desarmada, porque era zona segura. Los del crimen organizado, aunque trabajen en otras partes del país, ahí tienen sus hijos y esposas que, de pasarles algo, les están asegurando la buena educación y futuro. Ellos también quieren lo mejor para sus hijos.

Muchos negocios cerraron. Los dueños de ranchos empezaron a sufrir robos de ganado por bandas de conocidos, sin tener a quien recurrir.

Entre Coatzacoalcos y Minatitlán fueron infinidad de personas que fueron secuestradas extorsionadas y muertas. Lo más importante es que los verdaderos criminales son pocos, pero concesionan a la “pelusa delincuencial” de la región todos los delitos y ellos se dedican a recibir sus cuotas para cuidar con esmero sus cargamentos de los otros cárteles rivales.

Ante la situación, el Gobierno del Estado, los mandos de la Marina y el Ejército deciden poner orden en la zona sur, creando el Mando Único. Se liquidó a los policías intermunicipales entre Coatzacoalcos y Cosoleacaque y se extienden hasta la región de Acayucan.

Hay una esperanza: por lo menos de ya tener la seguridad similar a la de Veracruz y Xalapa, donde ha funcionado este sistema de manera exitosa. Vemos patrullas en todas partes. Por el momento la delincuencia está parada esperando reacciones. A los ciudadanos también les corresponde ayudar con la simple denuncia aunque sea anónima.

El Mando Único se instala exactamente en medio de las regiones de Las Choapas, Santiago Tuxtla y Cosamaloapan, que siguen siendo tierra de los malos. Se desconoce si los crímenes en esas regiones son dirigidas desde los lugares a donde llegó el Mando Único o los delincuentes son caseros.

Como sea, renació la esperanza en la zona sur del estado de Veracruz. Justicia, sólo justicia.