CHIQUIDRACULA, NOS MANDA AL PANTEÓN, CON ARMAS, CASINOS Y ARREGLOS SUCIOS

Ahora que millones de Mexicanos iremos al panteón a recordar y estar un rato con nuestros muertos, nos vienen de recuerdo muchas anécdotas, historias y leyendas que personalmente hemos vivido, que no son del otro mundo, si no de este, donde estamos vivitos y coleando.

Cada vez que se quiere bromear sobre la muerte, siempre manifestamos que a lado de mi caja pongan colgados los tenis que agarro de pantuflas. No crea que las rompí, simplemente le aplaste la parte alta del tacón. Esto proviene, porque las pantuflas normales en verdad no retienen el frío del piso.

Busqué hasta chanclas de hule grueso, pero nada y fue lo único que me sirvió parar el seguido catarro por la enorme humedad en las montañas del centro de Veracruz. Si estamos en el sur, hasta descalzos podemos andar, o mínimo con una chancla de hule, que casi todos utilizamos hasta para ir al cine.

Así, que mis eternos acompañantes son mis tenis que todos quieren que tire, pero no lo haré, porque quiero que se actualice la frase muy famosa entre el pueblo Mexicano cuando alguien muere: “Ya colgó los tenis”, pero lo anterior no es de todo cierto. Lo que sí es verdad es que cuando una persona muere, es que “estira las patas”. Es un movimiento físico, que tiene explicación médica, que también es una de nuestras frases preferidas.

Hemos sido testigo de varios accidentes mortales. No sabemos porque pero a las personas heridas se les rescata con zapatos puestos, pero los que están muertos, no los tienen y la explicación mas valida es que cuando se muere, “se estiran las patas”, por lo que se salen del calzado.

Bueno, eso es cuando se muere. Pero este lunes 30 de octubre a las 19 horas, escucho con mucha atención al señor Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, (Me imagino que se deja los dos últimos apellidos para darle lustre a su nombre) elegido de los dioses, para que la Secretaria de Hacienda, revisara a más de 600 mil deudores del SAT. Sácatelas, esa noticia es para morirse.

Que eficiencia de este funcionario, jefe del SAT, con los contribuyentes que no tienen poder como los dueños de los casinos que nunca revisó, y que tenían maquinitas y mesas de juegos prohibidos. Pero el crimen organizado tuvo que quemar un casino en Monterrey, Nuevo León donde murieron 52 personas para que su jefe, el ahora apodado “Chiquidrácula (por su parecido físico a Carlos Espejel cuando de niño protagonizaba a Drácula)” se pusiera a revisar los casinos del país y sorpresa: había más de tres mil maquinitas ilegales y mesas de juegos fuera de la ley y que por órdenes de Ernesto Cordero no fueron clausuradas. ¿Hay impunidad? ¿Por qué no se clausuraron estos lugares ilegales en el tiempo que estuvo en el poder Ernesto Cordero? ¿Hay en estos actos, corrupción?

No es cosa de traerla con el señor Ernesto Cordero, que tiene sus principales partidarios en Veracruz con el señor Miguel Ángel Yunes y al periódico NOTIVER del puerto de Veracruz, que llama a los hijos del señor Yunes, como “Chiqui” Yunes y “Chiqui” Nando. Otros los llaman de otro modo por lo cual no estamos de acuerdo en decir al señor perro, a su hijo mayor “chiqui” perro y “chiqui” perro Nando.

Por eso dicen: dime con quién andas y te diré quien eres. Aprovechando el viaje; cuando el señor Cordero era secretario de hacienda, el señor Yunes y sus hijos, llamados los “chiquis”, llevaron a México a puros alcaldes del PAN del estado de Veracruz, donde les prometieron recursos o obras para que apoyaran la precandidatura a la presidencia de la republica del señor Cordero, apodado este día como “Chiqui Drácula” o “Chavo del 8”, porque no pasa de ese numero en las encuestas, por el presidente del PRI nacional, Humberto Moreira.

¿Usted cree que está fuera de la ley que el gobierno federal les dé a sus alcaldes panistas más recursos que a los demás aparte de las participaciones federales? Pues no lo va usted a creer. No es delito y lo demuestra cuando se murió el ex secretario de gobernación Juan Camilo Mouriño, muy consternado Miguel Ángel Yunes Márquez, en ese entonces presidente municipal de Boca del Río, ante la prensa, en el café la parroquia del puerto de Veracruz, reveló que gracias a Mouriño, le había dado la Secretaria de Hacienda 100 millones de pesos para obras, que no le dieron a los otros municipios.

En ese tiempo el secretario de Hacienda era el señor Agustín Carstens. Lo suplió Cordero y hace lo mismo, porque el dinero del pueblo sirve para eso, cuando se está en la cumbre del “pinche poder”, como lo digiera un ilustre Veracruzano. La semana pasada, rindió su primer informe de labores como diputado local Fernando Yunes Márquez y vino el señor Cordero.

En ese evento Chiqui Nando (Según NOTIVER) se mostró orgulloso que sus casas de gestión fuera la mejor de la republica. Cualquiera con dinero de la Secretaría de Hacienda lo haría, pero lo malo es que eso no se nota en el distrito de Boca del Río y nadie sabe de qué habla “chiqui” Nando.

No crea que ya me desvié del día de muertos. No señor. Hablando del operativo “Rápido y Furioso” donde los hermanos gringos introdujeron armas a México para rastrearlas entre el crimen organizado y que fue un fracaso, ahora está resultando que estas armas fueron metidas al país con la “complacencia de los agentes aduanales donde el jefe era ni más ni menos Ernesto Cordero Arroyo”.

Según un legislador Americano con estas armas habrían matado a 200 mexicanos. ¿Será? Son pocos. Aquí en México con armas americanas automáticas se mata por racimos. Lo que era un juego, de llamar al señor Cordero, “Chiqui drácula”, es una dramática realidad de cualquier leyenda de panteón.

Este señor, no sólo chupó con los gasolinazos. Dejó que estafaran y mataran a ciudadanos en los casinos. Ahora, como cereza del pastel el señor “Chiqui Drácula”, participó para que se metieran armas al país, para que se mataran a mexicanos y entre mexicanos. ¿Con esto quiere ser presidente de la republica por el PAN? Mañana, mas de panteones.

Continuara…