VOTE A LA VERACRUZANA

En este intenso y grande territorio del estado de Veracruz, hay de todo en materia de recursos naturales. Somos una república chiquita, con un gran litoral de casi 700 kilómetros donde hay mucha pesca. Tenemos grandes extensiones de ganado, petróleo, 22 ingenios azucareros, azufre, oro y una gran variedad de productos.

Desde el comienzo de la colonia española, se sabía de la situación geográfica de Veracruz, donde se crean los dos primeros ayuntamientos en tierra firme que son Veracruz y Pánuco. Por este territorio entró la conquista, la religión y enfermedades raras que mataron a millones de indígenas.

En Veracruz, por estratégico, se mantuvo la flama de la independencia gracias a Guadalupe Victoria, que atacaba a las carretas reales desde las montañas de Huatusco. El puerto de Veracruz fue escenario de las importantes Leyes de Reforma con Benito Juárez, donde se separa a la iglesia del gobierno. Aquí nacen las leyes agrarias y el pueblo se organizó para crear la ley inquilinaria, la jubilación a los 60 años o 30 años de servicio, etc.

El pueblo de Veracruz es muy politizado en sus 212 municipios. Sabemos sus habitantes sufrir, cantar y ganar. Yo no sé cómo actúan los pueblos de otros lados, pero el jarocho se engrandece ante la adversidad porque nuestros pueblos fueron escenarios de guerras en la independencia, la reforma juarista y la revolución mexicana.

Como una prueba de lo politizado, es que los habitantes de este estado han dado ejemplo de la pluralidad, casi 35 años antes de que cayera el PRI en el 2000.

Cuando en 1993 matan al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en Guadalajara, Jalisco en 1994; se levanta la guerra indígena zapatista en Chiapas; se da el asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, y el asesinato del secretario general del PRI, Francisco Ruiz Massieu, ex cuñado de Carlos Salinas, se pensaba que la república se derrumbaba.

El PRI, en lugar de Colosio, eligió como su candidato a Ernesto Zedillo, quien no tenía carisma. Cuando fue la elección presidencial frente al panista Diego Fernández de Cevallos y por la izquierda Cuauhtémoc Cárdenas, como nunca se agolpó la ciudadanía ante las urnas. Fue un caos porque no había IFE.

Las boletas electorales en las casillas especiales eran 300 y se agotaron rápidamente y hubo protestas por el deseo de votar. Son los votantes que andan de viaje. Como la actitud de la población no era igual como en otras elecciones presidenciables, se creyó que la gente iba a sacar al PRI del poder.

No fue así, al contrario: en masa la ciudadanía fue a votar por la paz, que se estaba yendo.

A 18 años de esa elección presidencial, estamos peor porque ya no estamos ante asesinatos políticos, sino que se vive bajo el terror del crimen organizado en todos los poblados de la república y el estado de sitio de las fuerzas federales, que en vez de conservar los derechos humanos en su accionar, matan hasta inocentes y se lavan las manos al sembrarles armas, drogas y dinero.

Abismalmente estamos peor que en 1994, pero estamos seguros que la ciudadanía va a ir masivamente a las urnas que más de un millón de funcionarios de casillas las cuidarán , además de los representantes de los partidos que estarán en las más de 143 mil urnas electorales, que son cerca de 2 millones de ciudadanos.

Debe saber que para llegar a esta elección, cada voto costará 17 dólares, que son aproximadamente 138 pesos. Vaya o no, acuda usted a la urna, tirarán ese dinero que todos pagamos. Su boleta electoral va estar ahí para usted y si no acude, de todos modos nos costará esa boleta.

El votar es cierto que es un derecho cívico, pero más se acerca al interés particular del votante. Estará la pregunta “¿Quién le conviene que gane?”. Tiene primero que pensar en si mismo y en su familia.

También, en segundo lugar, debe extender sus pensamientos ante los demás y vendrá la otra pregunta. “¿Qué le conviene al país?”. Si usted acude, recuerde que en la urna electoral nadie vera por quién vota. No haga caso de las amenazas, ni presiones. Nadie podrá hacerle daño, ni sabrá por quién votó.

Los candidatos ya hicieron su parte y nos costó a todos esas campañas. Hubo buenas campañas, pero los candidatos no deciden, tampoco el gobierno, ni los empresarios y tampoco las iglesias. El que tiene la decisión es usted.

Vaya a votar temprano. Hay ley seca, por lo tanto trate de no ir a la urna con alcohol en las venas. Este 1 de julio es una fiesta de los ciudadanos, no permita que nadie la eche a perder. A votar a la veracruzana.