“EL BUEN TONO” DE DOMINGO MUGUIRA

Pasillos del Poder César Augusto Vázquez Chagoya Leanos en www.pasillosdelpoder.com vazquezchagoya@prodigy.net.mx 9 de NOVIEMBRE de 2011

César Augusto Vázquez Chagoya

Pasillos del Poder

2011-11-09

El ring-ring, en la madrugada del 6 de noviembre no anunciaba nada bueno. Nuestro colaborador Pablo Jair Ortega nos comunicaba que el diario “El Buen Tono”, de Córdoba, había sido atacado con granadas.

Le pedí que confirmara la noticia y consiguiera las fotos. Cerca de las tres de la mañana, sabíamos la verdad. Qué raro. ¿Atacar a un diario a un mes de circulación no tiene ningún sentido, porque no representa ningún peligro editorial para nadie y menos si los dueños no saben del negocio, pero el nombre “El Buen Tono” nos remitió a nuestra niñez.

Con ese nombre había una peluquería en la calle principal de Minatitlán, a lado del telégrafo. A la calle Hidalgo nuestro padre nos llevaba a cortarnos el pelo. En ese tiempo no había peluquerías unisex. Los hombres a la peluquería y las mujeres al salón de belleza.

Era raro ver a una madre llevar a la peluquería a su hijo. En esa peluquería, propiedad de Tino López, había almanaques de mujeres en traje de baño o en bikini, que era la sensación del momento. Grandes espejos estaban en la pared. Las revistas eran para lo que más les interesaba a los clientes, entre ellos el diario “La Opinión”, de Don Manuel Rodríguez Olán, y la revista política “SIEMPRE” del periodista tabasqueño José Pagés Llergo.

Para distraer a los niños estaban los cuentos de Memin Pinguin; la familia Burrón; Supermán, “Lagrimas y Risas”, y “Amor” de Yolanda Vargas Dulche, etc. El peluquero a los mayores les preguntaban cómo quería el corte de pelo, ejemplificados en un cuadro con varias caras y cortes. Cuando les tocaba el turno a los niños, ponían un banquito sobre la silla y le preguntaban al padre cómo iba a ser el corte. Ahorrativos, los señores de la casa pedían corto y si había gracia, nos dejaban un copetito, que más parecía el bigote de Hitler, sólo que en la choya. (para los que no son chocos, significa cabeza).

Mero en frente de la peluquería “El Buen Tono” estaba la zapatería de Don Antonio Abella, español de gratos recuerdos en nuestro pueblo y que en ese tiempo tuvo la concesión del calzado CANADÁ, muy codiciado. Si querías apantallar, sólo tenías que decir que era calzado CANADÁ y de nuevos le pintábamos hasta la suela y a la piel sacarle el más posible brillo. Con los días se acababa el gusto y con la flojera ya lo traíamos siempre raspados.

En contraste con los recuerdos de la niñez, el diario “El Buen Tono” de Córdoba fue incendiado por gente armada el pasado domingo 6 de octubre, pero tiene tintes de “auto-incendio”, ya que para hacerle daño a un periódico no quemarían sólo la sala de la redacción y diseño, sino la rotativa y el papel que se cotizan en dólares.

Para incendiar un periódico a una mes en circulación no tiene sentido, porque los diarios tardan 5 años en consolidarse y eso no garantiza que le ganes a los competidores en Córdoba y Orizaba donde ya circulan (desde hace más de 30 años) los diarios “El Mundo” y los “Soles” de Mario Vázquez Raña.

El propietario del diario “El Buen Tono” se llama José Abella García, nacido en Córdoba el 31 de diciembre de 1961, con domicilio en la calle 20, numero 925, casado con la señora Evelyn Egeton Zúñiga; estudió para contador y piloto aviador, siendo socio mayoritario de los autobuses “METRO”.

Es hijo de los españoles Salvador Abella Issus y Victoria García Cuendias. Fue acusado de fraude procesal y fraude genérico en la averiguación 1M-246/2010/VER-04, en agravio de la empresa “Promotora y Construcciones del Centro” por casi 700 mil dólares. El 5 de julio del 2010 se ejerció acción penal en su contra. Se desconoce su actual situación jurídica y menos si se auto inmola.

El 1 de junio del 2010 fue apoyado por el rico cafetalero Domingo Muguira Revueltas como candidato a la presidencia municipal por el PAN, según porque el actual alcalde Francisco Portilla Bonilla dejó un desastre Córdoba la primera vez que fue alcalde.

Según José Abella, fundó el diario debido a que en “El Mundo de Córdoba” en la campaña que perdió, le negaron espacios de publicidad. La versión es ilógica: por mucho que un espacio periodístico fue negado, ahora metas mucho dinero a un negocio que no conoces y ahora después de la quemazón, parece que Abella goza el momento de su fama mundial.

Hace un mes en que apareció el diario, los ataques al alcalde Portilla están enfocados en que va a dar la concesión de los parquímetros a una empresa que se llevará el 60% de las ganancias, pero no dice que los dueños de la empresa que tiene las concesiones de los parquímetros en Poza Rica, Veracruz y próximamente Orizaba y Córdoba, son familiares de la dueña de la “Editora Arroniz” que edita
el “Mundo de Córdoba” y “El Mundo de Orizaba”.

José Abella no tiene la visión ni la experiencia para instalar un diario en Córdoba y más cuando las materias primas como el papel y la tinta están subiendo porque están cotizadas en dólares.

El que tiene la experiencia en periódicos es su patrocinador Domingo Muguira Revueltas, quien instala el diario “El Liberal” en Coatzacoalcos a petición de Dante Delgado, para hacerle contrapeso en el sur de Veracruz al “Diario del Istmo” de José Pablo Robles Martínez.

Ya habiendo salido del poder Dante en 1992, las pérdidas en diario El Liberal eran enormes por lo que Muguira le vende la maquinaria y el nombre a la familia Álvarez Peña, quienes han consolidado la publicación en la zona sur no sólo en Coatzacoalcos, sino que han avanzado con varios diarios hermanos en la zona sur de Veracruz.

Se decía que con la quema del diario “El Buen Tono” se buscó el escándalo internacional y meter en problemas al gobierno de Veracruz con la táctica utilizada por el Sub comandante Marcos en el levantamiento armado del 1 de enero de 1994, al dotar de rifles de madera a los indígenas y utilizar el internet como arma de guerra, lo que atrajo la atención mundial. Fue una guerra de papel, pero las fotos de los indígenas muertos con rifles de madera causó la indignación internacional.

Para que vean la capacidad maquiavélica detrás del incendio de “El Buen Tono”: el principal patrocinador al inicio del movimiento en Chiapas fue Domingo Muguira Revueltas, porque desde sus padres es dueño de grandes extensiones de hectáreas cafetaleras; amigo de Samuel Ruiz; identificado con Marcos por ser hijo de español asentado en Tampico, Tamaulipas, en donde fue arropado Muguira de joven por la familia de Sebastián Guillén y el español de Tempoal, Benito Mirón, papá de los asesores de Marcos, los Mirón Lince.

A la lucha se unen los españoles de Acapulco, los Larreaga, cuyo hijo Javier fue el único detenido en la guerra de papel, así como Andrés Manuel López Obrador, hijo de exiliado español. Ya parece que nos olvidamos que los guardias de Marcos eran ciudadanos españoles, que se metieron a la política interna y muchos fueron expulsados del país.

Por eso, cuando el secretario de Gobernación de Zedillo, Esteban Moctezuma, negocia el desarme de la guerrilla, Marcos pone como condición que saquen a Robledo de la gubernatura de Chiapas; a Roberto Madrazo, en Tabasco (Enemigo de López Obrador); y de Miguel Ángel Yunes Linares, de la secretaria general de Gobierno de Veracruz. La negociación falló porque los gobernadores Mario Villanueva, de Quintana Roo; Patricio Chirinos, de Veracruz, Víctor Cervera Pacheco, de Yucatán; y Manuel Bartlett, de Puebla, amenazaron al presidente de “renunciar” en masa, lo que propicio la caída de Esteban Moctezuma de la Secretaría de Gobernación.

Los hechos demuestran que Samuel Ruiz y Marcos tenían buenas relaciones con el hoy industrial cafetalero cordobés, al considerar el Subcomandante a Domingo Muguira Revueltas, como “el mejor empresario de Chiapas”. Para más, las tierras del cafetalero nunca han formado parte del territorio autónomo zapatista y todavía en el 2001 Muguira le manda una carta a Marcos, aconsejándole cómo resolver los problemas de Chiapas.

Domingo Muguira Revueltas, tiene suficientes motivos para estar en contra del PRI cuando puede. No tiene ideología, pero está resentido con el tricolor porque en 1978 fue encarcelado junto con Fausto Cantú Peña, por el gran fraude al INMECAFE, por contrabandear permisos de exportación, falsificación de documentos y defraudación fiscal. Vivía como rey en el reclusorio, mismo que era constatado cuando lo visitaban sus amigos de la región de Córdoba.

En el 2001, la Auditoria Superior de la Federación, señalo que Carlos Salomón Cámara, ex director de la Lotería Nnacional, desvió recursos de la paraestatal entre ellos la entrega de 63 millones de pesos a las empresas “Mexicana de Premios”; “Premios del Sureste, “Promotora de Premios”, “Premios Tierra Blanca” y “Premios Xalapa”.

Estas empresas eran propiedad de Domingo Muguira, quien a la vez es tío de la esposa de Carlos Salomón Cámara. Nunca fueron a la cárcel, porque pagaron sus adeudos con propiedades.

El ataque al diario “El Buen Tono” tiene ganancias para Domingo Muguira. La publicidad internacional; tambalear al ayuntamiento de Córdoba, donde le tiene tirria al alcalde Francisco Portilla, al señalar que cuando fue por primera vez como alcalde fue un lodazal y que en esta administración es lo peor que le ha pasado a Córdoba.

El único que tiene la visión para poner un diario en Córdoba es Muguira; el único en manejar gente armada es Muguira; el único en cobrar seguros es Muguira, para reponerse de la inversión por echar andar el periódico. Ninguna aseguradora negará pagarle los daños materiales y los días que dejó de circular el diario “El Buen Tono”.

José Abella García sólo es una mascarada.

¿El ataque armado de cerca de 15 personas a las instalaciones del diario “El Buen Tono” es un atentado a la libertad de expresión? Nosotros diríamos que sí, pero no por los dueños maquiavélicos, sino por los periodistas, editores, prensistas, etc., del diario auto atacado por los dueños. Para ellos, nuestra solidaridad.

No lo saben, pero este periódico se creó para cobrar ofensas y realizar venganzas. La tirria de Muguira contra Portilla proviene desde que se investiga el mal manejo del alcalde saliente de los recursos públicos Juan Lavín Torres, yerno de Domingo, esposo de su hija Paulina Muguira Marenko, hoy diputada local.

El periódico no durará mucho. Sólo es la muestra del dinero, prepotencia, poder y berrinche de Domingo Muguira.

Este personaje sacado de las películas nació en Veracruz, un 17 de febrero de 1937, siendo el séptimo hijo de 12 hermanos. Sus padres fueron Don Manuel Muguira, español, originario de Ramales, allá en la Cantabria; y su madre fue Felicitas Revueltas. A los 12 años llega a Chiapas a trabajar a la empresa de su padre, café Zardain; estudia la secundaria y muy joven se va a trabajar a Escamela, Veracruz. Después trabaja en Tampico en una embotelladora y regresa a Chiapas en 1957.

Se casó con una de las hijas de los dueños del banco de Córdoba. Una Marenko. En 1970 funda la compañía San Roke. En marzo del 2007, Fausto Cantú Peña, ex director de INMECAFE, quien estuvo preso junto con Muguira en 1978, acusa públicamente a Domingo de traficar con los permisos de exportación antes que él fuera director de la paraestatal. Lo llamó delincuente y que su enorme fortuna la hizo en esos fraudes en el sexenio de Luis Echeverría (1970-76) junto con los barones del café que son los Zardain (hermanos de Muguira) Regules Martínez, etc.

Así que si las autoridades de Veracruz andan buscando culpables de la auto quemazón en “El Buen Tono”, entre el alcalde de Córdoba; el mafioso transportista al igual que Abella, Carlos Demuner Pitol, director de Tránsito, mejor que volteen a ver que célula zapatista de la sierra de Zongolica le hizo el favor a su ídolo Domingo Muguira, que es peligroso cuando está loco de venganza.

La pregunta del momento: ¿En qué pasos anda el periodismo veracruzano?