MICHOACÁN VOTÓ POR LA NO VIOLENCIA

No le funcionó al presidente Felipe Calderón en tomar como primer estado para el combate al narcotráfico a la tierra donde nació e imponer como candidata a la gubernatura a su hermana Luisa María Calderón Hinojosa. El pueblo de Michoacán, este domingo 13 de noviembre, rechazó la violencia en que han vivido casi 5 años y subió al poder a la tercera fuerza política que es el PRI.

De nada sirvió al presidente de la república llenar de fuerzas federales su estado. No dejó de señalar como corruptos a los policías estatales y municipales; metió a la cárcel a mas de 30 alcaldes supuestamente coludidos con el crimen; no le sirvió cortar en estas fechas el dinero de las participaciones federales al gobierno perredista de Leonel Godoy y tampoco pagar encuestas que daban como ganadora a su hermana.

El domingo pasado el pueblo de Michoacán, demostró su cansancio de estar enterrando a sus muertos de una guerra errática en contra de los malosos. Hay grandes extensiones del territorio michoacano que de plano no dejaron que se instalaran casillas electorales porque no creen en ningún partido político.

Michoacán es el estado en que las fuerzas federales se empeñaron en acabar con “La Familia Michoacana”. Le siguió la campaña en contra de los “Caballeros Templarios”, pero los resultados el gobierno federal los da a conocer mediáticamente con presentar a según líderes de los carteles de la droga, pero en vez de disminuir la violencia, aumenta.

La señal de que el crimen organizado ya la traía con su paisano, fue la granada explotada en la plaza pública donde se daría el grito de independencia en Morelia. Los cárteles se echaron la culpa de ser los autores del ataque a la población civil, pero en el fondo era un indicativo que los criminales estaban dispuestos a enfrentarse con el presidente.

En un estado gobernado por la familia de Don Lázaro Cárdenas desde que eran priístas y se volvieron perredistas, este domingo llegan al poder los priístas pero ya sin los Cárdenas. No es un comentario malsano, pero si la gubernatura la hubiera ganado Luisa María Calderón, pudieran haberla asesinado para vengarse de su hermano.

En Michoacán, como en todos los estados de la república, el presidente Calderón piensa que todos están coludidos con el crimen organizado y ha creído ciegamente en los mandos de las fuerzas federales. En el resumen de su quinto informe de gobierno: el presidente le dio el pésame a los familiares de los muertos del Ejército, Marina y Policía Federal, pero nunca mencionó a los policías estatales y municipales.

En estos policías, que son medio millón de elementos, según el presidente nadie murió en cumplimiento del deber y por eso la estrategia en contra el crimen ha fracasado: las cosas están peor que cuando entró Calderón; se envió a combatir al narcotráfico con los mismos que los protegían y ahora ya ni sabemos quién protege al presidente y a su familia, con eso que se mueren sus más leales amigos.

Entiéndase. El único veneno en contra de los criminales son las policías municipales y estatales, quienes conocen todos los rincones del país e identifican a los delincuentes, pero poco pueden hacer si los tratan como delincuentes, sin armamento y relegados de los operativos.

Para terminar, no es mala onda por la seguridad de la “Cocoa”, pero lo mejor que le pudo pasarle es perder la gubernatura de Michoacán. A su hermano le queda un año en el poder y podría protegerla pero… ¿y después?